Capítulo 22
Amor en Bucle con el Señor Bécquer novela completa
CapÃtulo 22
¿Silvia? ¿Estaba también en ese hospital?
Clara levantó ligeramente los párpados y vio a una pareja de enamorados bajo la luna, besándose apasionadamente. Raúl abrazaba fuertemente a su prometida, acariciando su rostro como si fuera un tesoro.
Aunque solÃa estar de mal humor con ella, con Silvia era tan tierno como con un niño: âPor última vez esta noche, deberÃas ir a dormirâ.
SilvÃa rodeó su cuello con sus brazos, con una mirada inocente lo provocó: âRaúl, ya estamos comprometidos, ¿cuándo podrás hacerme el amor?â.
Raúl querÃa darle largas, pero su mirada se encontró con Clara en la esquina, ella habÃa estado en el pasillo, sin saber cuánto tiempo habÃa estado ahÃ.
Raúl abrazó a Silvia fuertemente, no querÃa que ella viera a Clara. Pero su mirada no dejaba de fijarse en esta última. No se esperó que Clara hubiera sobrevivido, habÃa decidido sacrificarla, pero resultó que tenÃa tanta suerte que volvió sana y salva.
¿Cómo iba a saber Silvia lo que Raúl sentia?
Ella estaba perdida en el romanticismo, sus dedos delicados acariciando el pecho de su prometido, le susurró a Raúl: â¿Qué estás esperando, Raúl?â.
Raúl respondió vagamente. QuerÃa ver la reacción de Clara, pero ella simplemente tiró de las comisuras de su boca y se dio la vuelta para irse.
El corazón de él se apretó. Clara solÃa amarlo tanto que cualquier cosa que lo hiciera sentir mal, la entristecÃa durante mucho tiempo y hacÃa todo lo posible para hacerlo feliz. ¡Pero en ese momento, incluso si él iba a estar con otra mujer, a ella ya no le importaba!
¡No podÃa creer, no podÃa creer que Clara no sintiera nada!
â¿Realmente lo quieres tanto?â, la voz de Raúl era plana.
Luego, suavemente agarró el cabello largo de la chica en sus brazos y comenzó a besarla apasionadamente, su beso, con un toque de ansiedad, cayó duramente en sus labios.
Silvia no pudo soportar tanta fuerza, asà que le dio un golpecito en el hombro para quejarse: âRaúl, ¿qué te pasa?â.
Raúl se detuvo, sus ojos eran profundos, estaban llenos de melancolÃa.
De repente, cogió a Silvia y se dirigió a la habitación VIP, todavÃa tÃmida, se apoyó en su hombro y preguntó en voz baja: â¿Vas a hacerlo de verdad?â
Raúl respondió en voz baja.
Cuando entró en la habitación, echó un vistazo, pero Clara ya no estaba ahÃ.
Los ojos de Raúl se oscurecieron. De vuelta en su habitación privada, tuvieron relaciones sexuales con Silvia por primera vez. Silvia era tÃmida pero audaz, él no podÃa decir que no habÃa disfrutado, solo que siempre parecÃa que faltaba algo.
Cuando terminaron, ya era de madrugada. Raúl estaba sentado en la silla de madera de la terraza, con una cajetilla de cigarrillos en la pequeña mesa redonda. Ya se habÃa fumado cuatro o cinco cajetillas. A pesar de que habÃa obtenido todo lo que querÃa, una hermosa prometida y todos los beneficios que ella traÃa, su cuerpo acababa de ser satisfecho, pero su corazón estaba vacÃo.
¡No podÃa olvidar la burla de Clara y su indiferencia!
Un par de suaves brazos lo abrazaron por detrás. Silvia se pegó a su espalda y preguntó suavemente: â¿En qué estás pensando?â.
Raúl apagó el cigarro, metió a su prometida en su regazo y le susurró al oÃdo: âSilvia, no hay nadie mejor que túâ.
Silvia se acurrucó en sus brazos y tomó su mano, diciendo: âAsà que tienes que tratarme bien, ¿entiendes? ¡Tienes que amarme siempre y hacer lo que yo diga!â.
La garganta de Raúl se movió ligeramente. ¡No sabÃa cómo amar a alguien, él era egoista, él sólo amaba el sentimiento de tener poder!
Tanto Clara como Silvia eran solo opciones para él, siempre eligiendo a la que más le convenÃa
Después de un rato, Silvia de repente dijo: â¡Acabo de ver a la señorita Castillo! Raúl, ¿te sientes culpable por no haber podido salvarla? No te preocupes, mi hermano la salvó y está cuidando de ella, puedes estar tranquiloâ.
¿Tranquilo?
Raúl se rió entre dientes. Su estado de ánimo cayó aún más, recordó la especial atención de Flynn a Clara.
Capitulo 23