Capítulo 5
Amor en Bucle con el Señor Bécquer novela completa
CapÃtulo 5
Durante todo el proceso, Clara se mantuvo pasiva, al igual que sus sentimientos agotados hacia él. Miraba a su ex con odio en sus ojos.
Raul la soltó y rio friamente â¿Crees que puedes acercarte a Flynn? ¿Piensas que tienes lo que se necesita? Todo el mundo sabe que él es muy exigente, no se mezcla con las mujeres a la ligera. Además, Clara, te pones nerviosa con solo un beso, ¿podrÃas soportar si un hombre intenta quitarte la ropa?â
Clara no queria ver su cara. Bajo los ojos y dijo: âEso es asunto mÃo, no tiene nada que ver contigo!â
Raul la miraba desde arriba con una voz indiferente: âO es que no puedes olvidarme y te acercas a Flynn solo para presumir delante de mÃ, crees que me importa?â
Ella se sintió enferma, levantó la cabeza y lo miró: âRaúl, si no hubieras traicionado a mi padre, a mà no me importarÃa con quién te casas! ¡No te hagas ilusiones!â
Raúl la miró fijamente. Clara se obligó a mirarlo a los ojos, no queria parecer débil frente a él. Después de un rato, el hombre sonrió burlonamente: âClara, desearias estar conmigo! Veremos!â Dicho eso, abrió, la puerta y se fue.
La lujosa puerta de madera hizo un ruido fuerte, oscilando. Las piernas de Clara se debilitaron, apoyó su cabeza contra la pared y las lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas.
¡Raúl era tan cruel! Cuatro años de relación, ella habÃa dado tanto por él, ¡y todo lo que recibió a cambio fue su traición!
Clara se dio cuenta de que, Raúl solo habÃa estado con ella para jugar con sus sentimientos, nunca habÃa pensado en casarse con ella. Y ella, siempre habia soñado con su boda.
Clara lloraba, riéndose de sà misma irónicamente.
âClara.â
La voz de Lola llegó a sus oÃdos. Clara se secó las lágrimas y miró hacia arriba, quedando paralizada.
Fuera de la puerta, además de Lola y su marido, estaba Flynn. Ãl estaba vestido con una camisa azul oscuro y pantalones grises, luciendo muy profesional.
Lela estaba preocupada por Clara, pero no mencionó a Raúl, sino que explicó: âEmpezó a llover repentinamente, no pudimos jugar al golf.â
Su esposo también agregó: â¡SÃ, sÃ! Vamos a reprogramar⦠Abogado Bécquer, ¿podrÃas llevar a Clara? Lola y yo tenemos algo que hacer.â
Flynn miró a Clara y el enrojecimiento en la esquina de sus ojos, su mirada era complicada. Después de un momento, dijo casualmente: âNo es nada.â
Lola suspiró aliviada, pero se sentÃa mal por Clara.
Ella se fue con Flynn.
Fuera, como se esperaba, habÃa un fuerte viento y lluvia. El estacionamiento estaba al aire libre, Flynn fue a buscar el coche. Después de un rato, un Bentley dorado se detuvo lentamente frente a Clara, ella no tenÃa paraguas, ni el coraje de pedirle a Flynn que bajara a buscarla.
En los pocos pasos que tuvo que dar para llegar al coche, su ropa ya estaba empapada. Una vez en el coche, estaba un poco inquieta, temiendo que Flynn se molestara. Ãl la miró de reojo, no dijo nada y comenzó a conducir.
El club estaba en medio de una colina, tuvieron que dar varias vueltas en el automóvil antes de llegar al pie de la colina. El aire acondicionado estaba encendido y en poco tiempo Clara comenzó a tiritar de frÃo, sus labios se volvieron pálidos. Cuando el semáforo se puso en rojo, Flynn le lanzó una chaqueta, âPóntelaâ
Clara susurró un agradecimiento. Se puso la chaqueta, se sentÃa cálida, pero Flynn no apagó el aire acondicionado, mantuvo su mirada en el camino. LlovÃa a cántaros, el tráfico estaba atascado, el semáforo se puso verde varias veces, pero los vehÃculos no se movÃan.
Flynn sacó un paquete de cigarrillos de la guantera, encendió uno, luego bajó la cabeza, exhaló un cÃrculo de humo lentamente y preguntó casualmente, â¿Cuánto tiempo has estado con Raúl?â
Clara se quedó boquiabiera. Pero respondió honestamente: âCuatro años.â
Flynn parecÃa sorprendido, su mirada recorrió sus largas piernas y habÃa un toque de deseo en sus ojos.
Se movió un poco y preguntó casualmente, â¿Cuántas veces han dormido juntos?â