Niña en sus ojos Reina en su tierra Capítulo 2
Niña en sus ojos Reina en su tierra (Jazmín) novela completa
CapÃtulo 2
La puerta del auto se abrió y una ráfaga de aire frÃo se escapó.
Sentada adentro, una mujer de mediana edad fucÃa un maquillaje impecable y ropa elegante, vestida en un traje de una marca de lujo conocida, con una mirada penetrante y autoritaria que delataba su estatus de empresaria poderosa.
Al ver a su hija, perdida durante más de diez años, no hubo rastro de emoción o alegrÃa en su rostro.
Más bien, examinó a JazmÃn de arriba abajo con una mirada crÃtica, y con una voz distante dijo: â¿Asà que tú eres JazmÃn? Soy tu madre. Pol ya te debe haber explicado lo necesario. Si estás dispuesta a volver a casa conmigo, antes de eso hay algunas reglas que necesitas entender.â
Magda tenÃa una impresión decente de JazmÃn.
Al.mienos, su hija que habÃa crecido en el campo no parecÃa campesina.
Después de todo, los genes de la familia Alcaraz estaban ahÃ.
Pero al recordar lo que Pol le habÃa contado, frunció el ceño y su mirada hacia JazmÃn se tiñó de desaprobación mientras decÃa con tono oficial: âTambién he escuchado de tus âgrandes hazañasâ anteriores. No me importa cómo eras antes, pero al llegar a la familia, todo lo que necesites cambiar, deberás cambiarlo.â
âPaxsi no es un lugar pequeño como Aguas Cristales, donde puedes hacer lo que te plazca. Tu hermano y tu hermana han crecido entre halagos y son el orgullo de nuestra familia Alcaraz. Aunque estés a años luz de ellos y no puedas alcanzarlos, no debes ser una carga para ellos.â
âPuedes no honrar el apellido Alcaraz, pero no puedes permitirte avergonzarnos. ¿Entendido?â
JazmÃn escuchaba las âamables instruccionesâ de su madre con los ojos bajos y un gesto despreocupado en su delicado rostro.
Su cuerpo entero parecia carecer de estructura, recostada perezosamente en el asiento del auto, jugueteando con su celular, sus dedos ágiles tocando la pantalla rápidamente, respondiendo algunos mensajes.
La actitud desenfadada de JazmÃn logró enojar a Magda de inmediato, quien con el rostro tenso le arrebató el teléfono y la regañó: â¿¡Has prestado atención de lo que te acabo de decir!? No me sorprende que digan que tus estudios no van bien, siempre estás entre los últimos en los exámenes. Si pusieras la mitad del esfuerzo que le dedicas a ese celular en tus estudios, no estarÃas tan mal.â
âCuando eras pequeña eras muy inteligente y obediente. ¿Cómo es que ahora has terminado asÃ?â
âCuando un mayor te habla, debes escuchar atentamente, y no está permitido jugar con el celular. Estos son los modales básicos que cualquier familia enseña, ¿nadie te los ha enseñado?â
Magda miraba con desilusión a la joven sentada a su lado, sin un ápice de la gracia de una dama, sintiendo una gran decepción.
Verdaderamente, el entorno es crucial en la formación de una persona.
Recordaba a la pequeña Jazmin como alguien encantador.
Era tanto adorable como inteligente, bonita y dulce, y le agradaba a todos los que la conocÃa.
En esos dias, Magda estaba orgullosa de tener una hija tan encantadora.
Pero ahoraâ¦
Pensando en sus otros hijos, que le traÃan tan pocas preocupaciones, y luego viendo a esta hija de pueblo desaliñada y mala estudiante, no podÃa evitar sentir un desagrado incontrolable.
JazmÃn levantó lentamente la cabeza, su rostro aún mostraba aquella expresión indiferente, y sin decir palabra, después de escuchar a Magda hablar, extendió la mano: âOh, ya entendÃ. ¿Me devuelves mi celular?â
Después de todo lo que Magda habÃa dicho, solo ver que Jazmin querÃa recuperar su teléfono la hizo explotar de ira.
¡Definitivamente, habÃa crecido en el campo, sin modales en absoluto!
¡No deberÃa haber esperado tanto!
Con el rostro sombrÃo, lanzó el celular sobre las piernas de JazmÃn, sus labios se cerraron con fuerza y sus ojos destilaban disgusto y desdén: âJazmÃn, si no quieres volver a ese agujero pobre en el campo, será mejor que dejes atrás esas maneras de pueblo que tienes. Te repito, no me importa cómo eras antes, pero en la casa Alcaraz, no toleraré más tu actitud desganada, y mucho menos que no te esfuerces en tus estudios. Si llegas a ser un mal ejemplo para tu hermano o hermana, no me culpes por ser insensible cuando te envie de vuelta.â