Niña en sus ojos Reina en su tierra Capítulo 200
Niña en sus ojos Reina en su tierra (Jazmín) novela completa
Capitulo 200
Caleb estaba vacilando sobre si debÃa darle algún consejo o no, cuando vio que su jefe Elio se desabroché un botón de la camisa y luego, unos begundos después, lo volvió a abrochar
â¿Qué tal? Elo se acomodo el cuello de la camisa, sus ojos profundos y serenos se posaron en Caleb.
Caleb: âEh?â
â¿Qué tal me queda esta ropa?â Elio se arreglo el otro lado del cuello y con una expresión seria en su guapo rostro, le pregunté de manera sincera. Caleb se quedó un poco sorprendido.
âMuy elegante.âDespués de unos segundos, Caleb controló la expresión de su cara, luchando por contener el temblor de sus labios, y con total seriedad le echo flores, âSr. Elio, rara vez usa ropa de otros colores, esta camisa gris claro es moderna y a la vez nobria, con un toque casual que la hace adecuada para todo tipo de eventos formales,â
âYa sea para ir a trabajar, para una cita, o cualquier otra ocasión, es perfectaâ
âAdemás, usted suele vestir principalmente en blanco y negro. Probar de vez en cuando con otros colores y estilos también da una impresión refrescante, da una sensación diferente.â
Caleb llevaba años trabajando al lado de Elio.
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Aunque no podia adminar todos los pensamientos de su jefe Elia, si que lo conocia bastante bien.
Era un hombre que generalmente no prestaba demasiada atención a su apariencia y que se vestila de manera muy casual, de repente abandonaba su estilo de años, optaba por uno nuevo y preguntaba tan seriamente su opinión, hasta se habla tomado la molestia de desabrocharse un par de botones de manera seductora.
Obviamente, algo estaba pasando.
Obviamente, tenia que ver con una mujer.
Cuando el estaba cortejando a su novia, cuando salÃa con ella, ¿no era asi como se comportaba?
Asi que Caleb rápidamente asumió que el cambio en Elio, probablemente tenia que ver con la Srta. Jazmin.
Después de todo, la Srta. Jazmin era la única mujer con la que Elio habia estado en contacto recientemente y le mostraba interés.
â¿Lo dices en serio?â Aunque sabla que Caleb estaba adulándolo de más, Elio aun asà curvó sus labios en una sonrisa complaciente, giró su cabeza y pareció echarle un vistazo casual al ventanal.
El cristal reluciente reflejaba su silueta estilizada y elegante, con una presencia inigualable.
âPor supuesto que es verdad, ¿cómo me atreverÃa a engañarlo? Caleb, viendo que su halago habÃa dado en el blanco, continuó con sus elogios exagerados. âElio, de verdad se ve increiblemente atractivo asi. Aseguro que cualquier mujer que lo vea quedará cautivada por su encantoâ
âNi las mujeres maduras podrán resistirse, y mucho menos las jovencitas. La última frase tenia una clara intención
âNo digas tonterÃas: Elio giro la cabeza, entrecerrando sus frios ojos en una mirada fulminante hacia Caleb, pero en su rostro no se mostró verdadera molestia, y sus delgados labios se curvaron en una casi imperceptible sonrisa.
âTengo que salir un momento. Los asuntos de la empresa los dejo en tus manos. Si hay algo importante, hablamos a mi regreso
âClaro, Elio. No se preocupe, me aseguraré de manejar todo. Si surge algo urgente, no necesita apurarse por volver hoy, no hay nada demasiado importante estos dÃas, yo me puedo hacer cargo
â
Caleb queria que Elio estuviera sin preocupaciones en su cita con la Srta, Jazmin.
Elio le dejó algunas instrucciones más y se marcho.