Capítulo 553
Niña en sus ojos Reina en su tierra (Jazmín) novela completa
CapÃtulo 553
â¿Estás diciendo que ella también está aquÃ?â Rubi se quedó sorprendida por un momento.
âSi.â
â¿Y está jugando ajedrez con Héctor?â Rubi se mostró bastante asombrada.
Cuando Héctor era joven, habÃa sido parte del equipo nacional de ajedrez, incluso representó al paÃs en el campeonato mundial y ganó el tÃtulo.
Era un maestro en el ajedrez.
Asà que no habÃa muchos que pudieran jugar ajedrez con Héctor.
Porque no estaban al mismo nivel, la brecha era demasiado grande, y jugar asà no tenÃa mucha gracia.
¿La curandera podÃa jugar ajedrez con Héctor?
¿Era tan buena jugando ajedrez?
Fabio sonrió y asintió: âSÃ, la señorita doctora juega muy bien. El viejo dijo que hacÃa mucho que no encontraba a un oponente tan formidable. Ya llevan una hora jugando y el viejo aún no está satisfecho, sigue queriendo jugar más con ella.â
Rubi apretó los labios, al escuchar a Fabio hablar tan bien de ella, se sintió aún más incómoda.
Qué gran oponente.
Probablemente Héctor le estaba dando algo de crédito porque ella lo habÃa curado, diciendo algunas palabras de cortesÃa, eso es todo.
Una niña de apenas dieciocho años, ¿qué tan buena podÃa ser?
â¿Oh? Asà que dices que la curandera no solo es experta en medicina, sino también en ajedrez? Si hasta Héctor, que es un profesional, lo dice, me da curiosidad. Me gustarÃa jugar unas partidas con e curandera.â
Rubi esbozó una sonrisa burlona apenas perceptible mientras se dirigÃa hacia el patio, diciend
Rubi era una dama de una familia distinguida, criada desde pequeña en las artes de la música, ajedrez, la escritura, y la pintura.
Aparte de tocar muy bien el piano, Rubi también era buena en el ajedrez, incluso habÃa participado campeonato nacional de ajedrez para jóvenes y ganó el tÃtulo.
Sabiendo que a Héctor le gustaba el ajedrez, ella se habÃa esforzado aún más en aprender a jugar bie Era una de las pocas.jóvenes que podÃan jugar al nivel de Héctor.
âPor cierto, ¿Elio ya volvió?â Al acercarse a la puerta del cuarto de Héctor, Rubi le preguntó como si fuera algo casual.
Fabio avanzó, tocó la puerta y con una sonrisa le respondió: âElio ya volvió hace rato, ahora está en el cuarto del viejo también.â
Al escuchar que Elio también estaba ahÃ, Rubi inconscientemente arregló su cabello.
âAdelante.â La voz de Héctor sonó desde el interior.
Fabio abrió la puerta: âPor aquÃ, Sr. Rubi.â
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CapÃtulo 553
Rubi mostró una sonrisa elegante y reservada, arregló el cuello de su traje, y con paso firme y orgulloso entró al cuarto.
Apenas entró, escuchó a Héctor emocionado gritando.
â¡Ese movimiento no fue el correcto, lo revierto, lo revierto! ¡No voy a mover aquÃ, voy a mover allá!â
âAbuelo, ¿cómo puedes arrepentirte otra vez del movimiento?â La voz baja de Elio no sonaba tan frÃa como de costumbre, tenÃa un toque cálido, muy agradable al oÃdo, âNo puedes estar haciendo esto, en una partida de ajedrez ya te has arrepentido tres veces.â
â
âNunca jugaste asà antes. Abuelo, eres el mayor, no puedes estar aprovechándote asà de una joven. ¿No te da vergüenza que, solo porque Jaz es complaciente, te sientas con derecho a hacer trampa sin temor a que se rÃan de ti?â
âEstoy enfermo, ¿acaso no puedo equivocarme porque estoy viejo y no veo bien? Jaz entiende que debo ser considerado como un viejo enfermo, sabe que mi cabeza ya no funciona bien. Pero tú, mocoso desagradecido, ¡mi propio nieto, siendo tan desobediente e irrespetuoso!â
âAbuelo, te veo muy lúcido y con la mente clara, no parece que estés tan mal de la cabeza.â
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