Capítulo 601
Niña en sus ojos Reina en su tierra (Jazmín) novela completa
CapÃtulo 601
Jazmin levantó la mirada, sus ojos eran oscuros y brillantes, lo miró fijamente por unos segundos y con pereza asintió con la cabeza: âEstá bienâ.
La calle donde se encontraba el restaurante tenia un estilo muy particular.
Al llegar la noche, todas las tiendas colgaban luces de colores.
A simple vista, era un espectáculo de colores y bastante bonito.
JazmÃn caminaba despacio, mirando las linternas que colgaban fuera de las tiendas mientras avanzaba.
De repente, dos pequeños muchachos juguetones cruzaron corriendo, riendo y jugando sin mirar por donde iban, y uno de ellos chocó contra JazmÃn.
Ella, sin estar preparada, retrocedió un paso por el impacto.
Elio, rápidamente, extendió su mano para sostenerla y la trajo de vuelta a su lado.
La mamá de los niños se acercó corriendo, recogió a su hijo y luego levantó la vista, mirando a JazmÃn con furia: â¿Qué haces, no ves al niño? Menos mal que mi bebé está bien, si no, no te la perdonarÃaâ.
Después de reclamarle con furia, la mujer, cargando a su hijo, se giró para irse.
âEspera.â JazmÃn, con voz perezosa, detuvo a la mujer que se iba.
La luz de la farola era tenue, y la calle entera estaba sumergida en una luz difusa.
Pero los delicados rasgos de JazmÃn aún llamaban la atención.
Era hermosa, increÃblemente hermosa.
Con la cabeza inclinada y un aire de languidez, miró a la mujer con sus ojos oscuros y brillantes, y le dijo con calma: âYo estaba caminando normal, fue tu hijo quien chocó contra mÃ. Chocas contra alguien y ni siquiera le pides disculpas, ¿acaso no te educaron bien?â
La mujer se quedó sorprendida, y al ver que la gente comenzaba a mirar, se enfureció y comenzó a gritarle: â¿Qué pasa contigo, joven? ¿Acaso no tienes vergüenza, peleando con un niño?â
JazmÃn entrecerró los ojos, su aura se volvió repentinamente más frÃa, y al prepararse para responderle, escuchó la voz baja y frÃa de Elio a su lado: â¿Un niño no entiende, y los adultos tampoco? Si chocas contra alguien, deberÃas disculparteâ.
La mujer se sorprendió nuevamente, como si solo entonces notara al hombre junto a la joven de rasgos
delicados.
Levantó la vista, encontrándose con la mirada frÃa y oscura del hombre.
Con la mandÃbula ligeramente tensa, la mirada frÃa del hombre la hizo temblar, quedándose sin palabras de
inmediato.
Era un hombre atractivo.
Pero su mirada era intimidante.
âPÃdele disculpasâ, le dijo Elio con voz frÃa.
Bajo la opresiva atmósfera que él creaba, la mujer sentÃa dificultad hasta para respirar. Pasó de estar furiosa a sentirse asustada.
Con la boca temblorosa, se disculpó: âLo⦠lo sientoâ.
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Capitulo DUI
âNo es a mà a quien debes disculparte, es a ellaâ, le indicó Elio, señalando a JazmÃn a su lado.
La mujer se volvió hacia JazmÃn, todavÃa temblando, y le dijo: âLo⦠lo sientoâ.
Después de disculparse, la mujer se fue corriendo con su hijo, como si viera un fantasma.
JazmÃn giró su cabeza hacia Elio a su lado y sonrió ligeramente: âSr. Elio, usar tus habilidades de dominación del ámbito empresarial para intimidar a una mujer común, ¿no es un poco exagerado?â
Elio no le respondió a su comentario, sino que le tomó de la mano y la examinó de arriba a abajo: â¿Estás bien?â
JazmÃn le sonrió: âSolo fue un roce de un niño, ¿qué podrÃa pasarme?â
Ella no era una muñeca de porcelana.
¿Necesitaba que él se preocupara tanto?
Sin embargo, tener a alguien que se preocupara y se pusiera nervioso por ella también se sentÃa bastante bien.
No muy lejos.