Capítulo 606
Niña en sus ojos Reina en su tierra (Jazmín) novela completa
CapÃtulo 606
Era evidente para quién iban dirigidas esas palabras.
Isidro y Samuel se miraron, presintiendo que el ambiente empezó a ponerse tenso, pero ninguno de los dos dijo nada.
Rubi no habia perdido la esperanza.
Después de haber estado enamorada de Elio durante tantos años, probablemente no estaba dispuesta a
rendirse.
âNo, Jaz todavÃa es una estudiante, no es apropiado llevarla a ese tipo de lugares. Es muy joven, no la
corrompan.â
Rubi sacaba a relucir cosas del pasado para mostrar su relación con ElÃo.
Pero Elio no le dio la cara, rechazándola con una voz frÃa.
El rostro de Rubi se tensó de inmediato, apretando los labios, y esa sonrisa elegante y apropiada en su rostro se volvió rÃgida.
Lirios es un club privado de lujo.
Solo entran jóvenes de familias influyentes.
No es el tÃpico lugar con desorden.
La gente común ni siquiera podrÃa entrar, ¿y él decÃa que llevar a JazmÃn podrÃa corromperla?
Solo irÃan a tomar unos tragos para relajarse, ¿cómo eso podrÃa corromper a alguien?
JazmÃn de por sà ya era una chica rebelde sin interés en los estudios, ¿qué más daba si se corrompiera un poco más?
Era raro ver a Elio preocuparse tanto por alguien.
Rubi, con un toque de amargura en su corazón, le dijo: âSolo vamos a tomarnos unos traguitos y ponernos al dÃa. Elio, me parece que estás siendo demasiado estricto con la Srta. JazmÃn. ¿Por qué no le preguntas lo que piensa, a lo mejor quiere ir?â
Elio no miró a Rubi, sino que giró la cabeza y acarició suavemente la cabeza de JazmÃn a su lado,
diciéndole con voz baja y tierna: â¿Quieres ir?â
Lirios no es como los tÃpicos bares o karaokes.
Es un lugar elegante y de alto nivel.
Pero al final del dÃa, siguió siendo un club nocturno.
En la opinión de Elio, los estudiantes no deberÃan ir a clubes nocturnos.
Sin embargo, si JazmÃn realmente querÃa ir, con él a su lado, podrÃa considerar llevarla a divertirse.
âAh, ve tú con ellos a divertirte.â JazmÃn bostezó perezosamente, âYo paso.â
Su tono de voz mostraba desinterés.
Rubi le lanzó una mirada, con un toque de desdén en sus ojos, pero con una sonrisa cálida y suave en los labios: âElio, ven y diviértete con nosotros. Le pediré al chofer que lleve a JazmÃn a casa, no te preocupes, la llevaré sana y salva.â
Su tono de voz era considerado, dándole la impresión de ser alguien que cuida de los demás.
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JazmÃn levantó la vista, sus profundos y suaves ojos la miraron con indiferencia.
âJazmÃn, ¿está bien?â Rubi le preguntó con una sonrisa cortés.
JazmÃn frunció el ceño, a punto de hablar, cuando la frÃa voz de Elio interrumpió: âEstá cansada, yo la llevaré a casa.â
Luego, bajó la cabeza, su voz se volvió aún más baja al dirigirse a JazmÃn a su lado: â¿Estás muy cansada? Vamos, volvamos a casa.â
Los oscuros ojos de JazmÃn lo miraban: â¿No vas a quedarte con tus amigos?â
âQuiero pasar mi tiempo contigo,â Elio volvió a acariciarle la cabeza con gentileza, lleno de cariño en su voz, âellos pueden divertirse solos, no necesitan mi compañÃa.â
Isidro y Samuel se quedaron con caras de incredulidad.
Como si hubieran visto un fantasma.
No podÃan creer que Elio, con una voz tan suave y una mirada tan tierna, fuera el Elio que ellos conocÃan.
¿Desde cuándo Elio habÃa hablado asà con alguien?
ParecÃa que realmente estaba enamorado de JazmÃn.
âYa que JazmÃn está cansada, Elio, mejor llévala a casa a dormir. JazmÃn, con esa belleza deslumbrante, no podemos permitirnos retrasar a tu belleza durmiente,â le dijo Isidro, echándole un vistazo a Rubi, cuyo rostro se oscureció ligeramente, tratando de suavizar la situación.
Ahora se arrepentÃa.
Nunca deberÃa haber mencionado lo de venir a saludarlos.
¿No era buscarse problemas?