Capítulo 650
Niña en sus ojos Reina en su tierra (Jazmín) novela completa
CapÃtulo 650
JazmÃn soltó una risa frÃa y, con un fuerte empujón, tiró a Greta al suelo.
Greta soltó un grito agudo de terror antes de caer pesadamente.
Esta caÃda fue completamente distinta a la anterior.
Se estrelló contra el suelo con fuerza, quedando completamente aturdida por el golpe.
Siendo verano, ella llevaba uniforme escolar de manga corta.
Greta, siempre coqueta, llevaba una falda a cuadros con pliegues.
Sus brazos y piernas expuestos se rasparon con las piedras del suelo, rasgando su delicada piel y provocándole un intenso dolor por todo el cuerpo.
Greta levantó la cabeza incrédula, tardando unos segundos en reaccionar antes de que las lágrimas volvieran a brotar de sus ojos.
Esta vez, el dolor la hizo llorar de verdad.
Bosco miró a JazmÃn con incredulidad, su expresión se tornó aún más fea al ver lo que habÃa hecho.
JazmÃn, impasible, los observó con una sonrisa burlona, su mirada llena de desdén: âAhora sà que vean, cuando empuja, no lo hago tan suavemente como hace poco. Lo que yo quiero hacer, lo hago abiertamente, sin andar jugando sucio. Los que quieren echarme la culpa de sus mezquindades, primero tienen que ver si estoy de acuerdo.â
Bosco se quedó pasmado.
Al entender lo que JazmÃn querÃa decir, bajó la vista hacia Greta, quien yacÃa en el suelo llorando y con heridas, totalmente desconsolada.
Greta siempre habÃa sido orgullosa.
Su reacción sugerÃa que JazmÃn la habÃa empujado a propósito, causándole la
caÃda.
Pero lo que Bosco sabÃa de JazmÃnâ¦
âHermano, me duele mucho, me duele tanto.â Greta estaba tendida en el suelo, su rostro ensuciado por las lágrimas, pálido y angustiado, intentando levantarse pero incapaz por el dolor en su pie.
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Capitulo 650
âHermano, me duele mucho el pie, no puedo moverme. ¿Me habré roto la pierna? Tengo mucho miedo, de verdad que tengo miedo.â
Bosco, al verla en ese estado, sintió cómo su duda inicial se desvanecÃa, reemplazada por una mezcla de ternura y furia.
Greta tenÃa la piel delicada.
Esta caida le habÃa rasgado la piel de los brazos, las piernas, y varios otros lugares expuestos.
Bosca se agachó para examinar su pierna.
Uno de sus pies estaba torcido, hinchado de manera alarmante.
Al tocarlo ligeramente, Greta sollozó aún más fuerte: â¡Duele!â
Viendo el tobillo hinchado de Greta, Bosco se llenó de pena.
Cuanto más pena sentÃa por Greta, más furioso se volvÃa hacia JazmÃn al levantar la vista: âJazmÃn, realmente te has pasado.â
Estos dÃas, él siempre se sintió culpable y arrepentido.
Pensaba que por su favoritismo habÃan herido los sentimientos de JazmÃn, llevándola a querer cortar lazos con ellos.
Con esa culpa, toleraba el distanciamiento y la frialdad de JazmÃn, siempre cediendo.
Pero en este momento.
Se dio cuenta de su error.
La actitud de JazmÃn, sin importar cuánto trataran de complacerla, parecÃa ser inútil.
Ella estaba deliberadamente en contra de Greta.
Con el corazón encogido, Bosco abrazó a la llorosa Greta, tratando de consolarla con suavidad: âNo tengas miedo, Greta, tu pierna está bien, solo está torcida. Ahora mismo te llevaré al médico, y pronto estarás mejor.â
Greta escondió su rostro en su pecho, llorando silenciosamente, su frágil cuerpo temblando con cada sollozo.