Chapter Capítulo 116
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 116 HabÃan pasado dÃas desde que se conocieron, y como él estaba aquÃ, podÃa aprovechar la oportunidad para hablar con él. Sin embargo, ya era medianoche antes de que ella se diera cuenta, y ya era tarde en la noche cuando terminaron con la discusión. Tessa no pudo contenerse y ya se habÃa quedado dormida en el sofá.
â¿Por qué Tessa está durmiendo aquÃ? Se va a resfriar. Timothy frunció el ceño cuando vio a su hermana en el sofá.
Estaba a punto de despertarla y decirle que fuera al dormitorio, pero Nicholas lo detuvo. âNo la despiertesâ.
Tessa lo miró con curiosidad. âPero no podemos dejarla dormir aquÃâ.
âLo haré.â Nicholas la recogió antes de que Timothy pudiera reaccionar.
Tessa no lo notó, e incluso se acurrucó más cerca de él para poder estar más cómoda. Una sonrisa curvó los labios de Nicholas, y la llevó al dormitorio.
Timothy los miró sorprendido. No sabÃa qué debÃa hacer, aunque pensaba que estaban siendo demasiado Ãntimos.
Tessa ni siquiera se despertó cuando Nicholas la puso en la cama. En cambio, durmió profundamente y cuando se despertó al dÃa siguiente, se dio cuenta de que estaba en su habitación, para su sorpresa. ¿Cuándo me quedé dormido? ¿Cómo volvà de todos modos? Se dio la vuelta y vio un bulto en su cama. Era Gregory, y vestÃa su pijama con estampado de vaca. Por alguna razón, él estaba en su cama, y eso la divirtió. Tessa lo despertó. â¿Cuándo viniste aquÃ, Greg?â
Gregory se frotó los ojos aturdido. âBuenos dÃas, señorita Tessa. Tuve una pesadilla antes y me asustó, asà que vine a tu habitación. Estabas durmiendo y no querÃa despertarte.
Maldita sea. ¿Por qué tenÃa que dormir tan profundamente? Ni siquiera me di cuenta de eso. Ella lo recogió con amor. âEstá bien, Greg. Si tienes una pesadilla la próxima vez, ven a mà y despiértame. Derrotaré a esos monstruos contigo.
Gregory sonrió felizmente y frotó su cabeza contra su hombro. âGracias, señorita Tessa. Eres la mejor.â
âDeberÃamos levantarnos ahora y desayunarâ.
Gregory asintió en silencio y le pidió a Tessa que le lavara la cara y se cambiara de ropa. Ese solÃa ser el trabajo de Nicholas, pero se convirtió en suyo desde que llegó. Nicholas hizo la vista gorda a eso, y no dijo nada.
â¿Estás despierta, hermana?â Timoteo llamó a la puerta.
âSÃ. Adelante âdijo Tessa.
Gregory le sonrió cortésmente a Timothy. âHola, Sr. Timothyâ.
Timothy también le sonrió, pero cuando se dio cuenta de lo hábil que era Tessa para cambiarle la ropa a Gregory, comenzó a tener dudas. Tessa está demasiado cerca de ellos. Parecen una familia.
QuerÃa saber qué estaba pasando, pero al final, optó por guardarse esa pregunta para sà mismo, ya que ni siquiera sabÃa cómo plantearla.
Los tres bajaron después de que Gregory estuviera vestido.
Nicholas ya se habÃa levantado y Kieran estaba sentado a su lado. Dos hombres diferentes pero increÃblemente guapos que aparecieron justo frente a Tessa por la mañana fue un evento impactante para ella. Ella entró en pánico un poco antes de saludarlos. âBuenos dÃas, Sr. Nicholas, Sr. Kieranâ.
Timothy también los saludó. âBuenos dÃas, Sr. Nicholas y Sr. Kieranâ.
Nicholas dijo: âTodos están aquÃ. Vamos a desayunar.â
Fueron al comedor, y el desayuno era tÃpico. Gregory bebió su leche, masticó su tostada y probó un bocado de huevos. Sin embargo, cuando vio el tocino, frunció el ceño y se los dio a Tessa. âNo me gusta esto, señorita Tessa. Puedes tenerlos.â