Chapter Capítulo 191
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 191 Las palabras de Hayley llegaron a Tobias, y se rió entre dientes antes de decir: Realmente tienes facilidad con las palabras. Ya ni siquiera me siento enojadoâ. Luego, ordenó: âNicholas, quiero que la envÃes de vuelta a casaâ.
Al escuchar sus órdenes, Nicholas frunció el ceño, mostrando su desgana.
Sin embargo, Hayley le dio las gracias primero. âGracias, presidente Sawyerâ.
En cuanto a Hayley, ella estuvo interesada en Nicholas hace algunos años, pero fuera de la amistad entre Tobias y Maxwell, las dos familias no tenÃan mucha conexión.
Además, habÃa rumores de que Nicholas no planeaba casarse, por lo que decidió dejarlo pasar.
Cuando Tobias se acercó a ella, comprendió de inmediato su intención. Al ver que estaba bastante satisfecho con ella hoy, accedió a unirse a ellos para cenar sin dudarlo.
A pesar de que Nicholas tenÃa un hijo, Hayley no lo veÃa como algo malo ya que de todos modos no querÃa dar a luz, por lo que no estaba descartado que tratara a Gregory como uno de los suyos.
Dado que habÃa accedido a aceptar que la llevaran y que la distancia era corta, Nicholas no tenÃa nada más que decir. âVamos.â
âEscuché que has recibido varios proyectos importantes recientemente. Debes estar muy ocupado.â Después de subirse al auto, Hayley vio que Nicholas no le hablaba, asà que buscó un tema del que hablar.
âSÃâ, respondió secamente.
Y asÃ, cambió de tema. â¿Qué pasa con Greg? La última vez que lo vi fue en su fiesta de cumpleaños. ¿Cómo ha estado últimamente?
Nuevamente, él respondió: âEstá bienâ.
A lo largo del viaje, Nicholas permaneció básicamente en silencio ya que solo respondió a las preguntas de Hayley con palabras sencillas, pero a ella no le importó en absoluto y siguió cambiando de tema con una leve sonrisa en su rostro.
Cuando el auto se detuvo frente a la Residencia Stone, Nicholas fue directo al grano y dijo: âSeñorita Stone, creo que conoce las intenciones de mi abuelo, pero no estoy pensando en eso en este momento. Además, Greg no quiere que una extraña se convierta repentinamente en su madre. Espero que no te lo tomes a pechoâ.
La sonrisa en sus labios se desvaneció un poco, pero aún mantuvo una sonrisa. â¿Qué pasa si realmente me lo tomo en serio?â Al escuchar eso, Nicholas no le respondió. Sin embargo, Hayley continuó:
âEn realidad, no es necesario que seas tan frÃo conmigo. Si quieres que alguien se case contigo, soy la mejor y la única candidata. Ambos somos hijos de familias de élite, y tengo una comprensión clara de la situación en cada familia importante. Creo que sabes cuáles son sus retorcidas intenciones. No sé quién es la verdadera madre de Greg, pero por lo que parece ahora, no tiene madre. ¿Qué pasa si tu futura esposa da a luz a un niño? ¿Qué le va a pasar? Creo que has pensado en este problema antes. De lo contrario, no estarÃas soltero durante tantos años. Sin embargo, soy diferente. Lo trataré como si fuera mÃo y le daré el mejor cuidadoâ.
âNo hay necesidad de esoâ, pronunció Nicholas con frialdad.
Esta era la primera vez que Hayley habÃa sido rechazada por alguien, por lo que no pudo evitar sentir un poco de dolor en su corazón. Incluso la sonrisa en sus labios se habÃa desvanecido ligeramente.
Sin embargo, el sentimiento también se sintió nuevo para ella.
Se dio la vuelta y miró el exquisito rostro de Nicholas.
Cada rasgo suyo estaba impregnado de fortaleza y dureza, lo que lo hacÃa muy guapo. También daba una sensación de intimidación, como si fuera un ser celestial, evitando que otros se acercaran a él.
Debido a la apariencia de Nicholas, agregó otro sentimiento a sus frÃas palabras, dando a los demás una sensación de inferioridad cada vez que escuchaban su voz. Sin embargo, Hayley no pensó que esto fuera necesariamente su culpa.
Fue una sensación increÃble.
Sus frÃas palabras no solo no la hicieron retroceder, sino que despertaron su deseo de tenerlo para ella.
Dejando a un lado sus palabras de rechazo, incluso sus respuestas superficiales se sentÃan como si la estuvieran atrayendo mientras caÃa en una profunda adicción.
Algún dÃa, seré la mujer parada a su lado. Solo yo soy digno de estar a su lado.
Ante ese pensamiento, Hayley de repente se rió. âMaestro Nicholas, no me voy a rendir por lo que dijo. En mi mente, no existe tal cosa como darse por vencido. No hay nada en este mundo que quiera que no pueda conseguirâ.