Chapter Capítulo 281
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 281 â¿Dónde está el dinero?â Nicholas preguntó con voz profunda.
âE-Ella no me lo ha dado todavÃa. Solo tengo los 20.000 en efectivo. Está todo en la bolsa. Maestro Nicholas, Maestro Kieran, por favor déjenme ir. Te daré todo el dinero; ¡Ya no lo quiero!â gritó el sirviente.
â¿A nuestra familia le faltan 20,000? ¡Usted debe estar bromeando!â Kieran realmente estaba a punto de reÃrse de la ira.
Nicholas mencionó con frialdad: â¿Cómo se ve esa persona?â
âE-Ella tiene un lunar debajo del ojo. Es alta, rubia, delgada, bien vestida y um, tiene un maquillaje muy delicado... Aparte de eso, no me acuerdo...â respondió la sirvienta.
â¿Un lunar debajo de su ojo?â
Kieran frunció el ceño y pensó por un momento. â¡Roselle Guinga!â Rápidamente abrió su teléfono, encontró las redes sociales de Roselle para ver su foto y se la mostró al sirviente. â¿Es ella?â
â¡SÃ, es ella!â dijo el sirviente rápidamente.
â¿Quién es? ¿Quién querÃa lastimar a mi precioso nieto? En ese momento también llegó Stefania.
Cuando vio al sirviente en el suelo, dio un paso adelante y abofeteó al sirviente.
âSeñora, no soy yo, realmente no soy yo. Es ella, esta mujer llamada Roselle. No tiene nada que ver conmigo.â El rostro de la criada se hinchó y lloró.
Stefania se enfureció. â¿Estás seguro de que es ella?â
El sirviente continuó aullando, âEstoy seguro, no puedo olvidar su lunar. Señora, Maestros, por favor, perdónenme. Nunca me atreveré a hacer algo como esto de nuevoâ.
En Gingham Residence, cuando Roselle vio la noticia de que Gregory habÃa sido ingresado en el hospital, estaba tan feliz que no podÃa mantener la boca cerrada.
Nunca imaginó que la sirvienta estarÃa tan determinada a empujar a la gente por las escaleras.
Ahora, nadie podrÃa oponerse a ella nunca más. ¡ Aparte de ella, nadie más merecÃa estar en esa posición!
Estaba feliz, pero el timbre de su casa seguÃa sonando como un recordatorio incesante, que perturbaba su buen humor. Se levantó y abrió la puerta con una cara hosca. â¿Quién es? ¿Qué pasa con el ruido?
Como resultado, Roselle vio a Stefania con una cara oscura y varios guardaespaldas detrás de ella parados en la puerta.
Ella se quedó atónita por un momento. âSra. ¿Aserrador?â
Stefania no respondió. En cambio, solo levantó la mano para abofetear a Roselle en la cara.
Roselle estaba mareada por las bofetadas y casi se cae al suelo. Una capa de niebla se formó instantáneamente en sus ojos y preguntó, agraviada: âSra. Sawyer, ¿qué pasa? ¿Por qué me abofeteaste tan fuerte de repente?
â¿Por qué? ¿De verdad me preguntas por qué? ¡Le ordenaste a alguien que lastimara a mi nieto y todavÃa tienes el descaro de preguntar! Stefania dijo enojada.
â¿Qué, Greg está herido? ¿Qué sucedió? ¿Está bien ahora? Sra. Sawyer, ¿qué pasó? ¡Cuéntame y puedo ayudarte!â. Roselle preguntó hipócritamente.
âLa evidencia es sólida, entonces, ¿cómo puedes negarlo?â El rostro de Stefania enrojeció de ira.
â¿Qué evidencia?â preguntó Roselle.
âEstá bien, quieres pruebas. ¡Bien, te mostraré entonces!â
Después de hablar, Stefania llevó a Roselle de regreso a Dynasty Gardens para buscar a Nicholas.
Cuando vio a Nicholas, los ojos de Roselle se iluminaron y al instante se sintió agraviada. âNicholas, la Sra. Sawyer dijo que lastimé a Greg, pero en realidad no lo hiceâ.
De hecho, esperaba que este asunto saliera a la luz, pero no tenÃa miedo.
Al acercarse al sirviente, podrÃa evitar todas las cámaras y usar dinero en efectivo, por lo que incluso si el sirviente testificara en su contra, serÃa inútil.
· Ãl también era consciente de esto. Cuando supo que era ella, pidió a la gente que buscara las cámaras de vigilancia cerca de Dynasty Gardens, pero ni siquiera la vio .
Entonces, Nicholas dijo con frialdad: âDeje que Roselle vaya primero y envÃe al sirviente a la estación de policÃaâ.
âSÃ, presidente Sawyerâ. Edward tomó la orden.
Roselle todavÃa querÃa decir algo, pero Nicholas la interrumpió. âLamento molestarla, señorita Gingham. Puedes volver primero mientras le damos sentido al asunto de hoy.
Antes de irse, con frecuencia volvÃa la cabeza y miraba la espalda de Nicholas.
Después de que ella se fue, le dijo a Andrew: âVe a ver cómo está Roselleâ.
âSÃ, maestro Nicolásâ. Andrés asintió.
Después de lidiar con este asunto, Nicholas miró la hora con la expectativa de que Greg se despertara pronto. Ãl dijo: âMamá, voy a volver al hospital ahora, ¿quieres venir conmigo?â