Chapter Capítulo 306
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 306 Después de un rato, respondió con calma: âEstoy en un viaje de negociosâ.
¿ Un viaje de negocios ?
Tessa estaba atónita, pero tampoco estaba convencida, ya que pensó que no era posible que hubiera tal coincidencia. ¡El área donde vivÃa era una zona residencial, que estaba a varias cuadras de las calles comerciales!
Lo encontró extraño, y sintió que Nicholas en realidad la estaba buscando. Pero, tan pronto como este pensamiento apareció, lo suprimió. Ella ya habÃa decidido olvidarlo. Pero ahora, de repente apareció...
Mientras miraba a Nicholas, que estaba parado frÃamente frente a ella, Tessa se sintió abrumada por las emociones. Entonces, se dio la vuelta y planeó huir como un desertor. Sin embargo, antes de que pudiera dar un paso, sintió que el collar alrededor de su cuello se apretaba.
Nicholas agarró el cuello de la camisa de Tessa y tiró de ella hacia atrás. â¿Por qué estás huyendo?â Mientras hablaba, soltó a Tessa con una ligera molestia, su voz un poco frÃa.
Los hombros de Tessa temblaron levemente, y reflexivamente replicó: âNo estaba huyendoâ.
Nicholas resopló, obviamente no convencido. Tessa también era consciente de que lo que acababa de decir era bastante difÃcil de creer. Se mordió el labio y miró al hombre alto frente a ella con emociones complejas, luego dijo con voz tensa: âPresidente Sawyer, no estaba huyendo. Es por el bien de todos. Creo que deberÃamos mantener nuestra distanciaâ.
En la calle silenciosa, Nicholas y Tessa se detuvieron cara a cara. Junto a ellos, la luz proyectaba sombras: una alta, otra baja . Pintó una imagen hermosa desde una distancia que era a la vez austera y gentil. Sin embargo, ese no fue el caso para ellos.
Cuando Tessa dijo las palabras âmantengan nuestra distanciaâ, Nicholas comenzó a exudar un aura helada. Tessa estaba tan abrumada por la atmósfera pesada que se sentÃa como si se estuviera asfixiando fÃsicamente bajo presión.
Justo cuando querÃa decir algo para aliviar la atmósfera rÃgida, descubrió que el aura opresora del hombre se habÃa desvanecido. Nicholas parecÃa haber olvidado lo que Tessa acababa de decir cuando dijo con confianza: âGuardé todas mis cosas en otro lugar, y no tengo lugar para pasar la noche.
Tessa estaba un poco confundida al pensar en lo drástico que habÃa sido el cambio de tema. Además, ¿cómo es posible que el digno presidente del Grupo Sawyer no tenga dónde quedarse? Incluso si no tenÃa un lugar donde quedarse, habÃa muchos hoteles alrededor.
âPresidente Sawyer, hay un hotel al final de la calleâ. Tessa fingió no entender la indirecta de Nicholas y le señaló una calle.
Nicholas ni siquiera miró hacia donde apuntaba Tessa mientras continuaba mirándola fijamente, lo que la hizo sentir incómoda. Aún asÃ, dijo con gran compostura: âSi no hay nada más, me iré primeroâ.
Casi tan pronto como habló, dio media vuelta y se fue. Esta vez, se fue con éxito; tuvo tanto éxito que la hizo sentir preocupada y molesta.
Caminó hoscamente por un rato, luego finalmente no pudo evitar detenerse y darse la vuelta, solo para encontrar a Nicholas siguiéndola tranquilamente con las manos en los bolsillos. Su temperamento innato le dio un indescriptible sentido de nobleza.
Reprimió con fuerza los latidos de su corazón y frunció el ceño cuando preguntó: â¿Por qué me sigues?â
âYa dije que no tengo adónde irâ. El estado de ánimo de Tessa se agrió cuando escuchó la voz justa del hombre.
Al final, no tuvo más remedio que llevarse a Nicholas a casa. Después de cruzar la puerta, Tessa solo dijo una oración antes de ir directamente a la cocina con sus compras a cuestas. âSiéntete como en casa en el sofá. Estaré cocinando la cena.
Nicholas observó en silencio cómo Tessa entraba en la cocina antes de sentarse en el sofá de la sala de estar mientras le indicaba. Inspeccionó el nuevo hogar de Tessa y descubrió que la casa era pequeña, con solo un dormitorio, pero la decoración era acogedora.
Tessa terminó de cocinar después de un rato, asà que llamó a Nicholas para que comieran juntos. Durante la comida, ninguno de los dos habló.
Mientras Tessa miraba al hombre frente a ella que estaba cenando en silencio, en realidad querÃa preguntar por Gregory. Sin embargo, cuando las palabras llegaron a sus labios, se las tragó. Ahora que habÃa decidido mantenerse fuera de sus vidas, era mejor que no preguntara, no fuera a ser que se obsesionara y no pudiera olvidarlos.
Después de la comida, Tessa pensó que Nicholas no tenÃa ropa para cambiarse para pasar la noche, asà que le preguntó:
â¿Quieres salir a comprar ropa y artÃculos de tocador?â.