Chapter Capítulo 31
La mamá de mi hijo será mi mujer
Capitulo 31 Para sorpresa de todos, Nicholas tenia una mirada gélida mientras respondÃa con voz frÃa:
âLa señorita Reinhart sólo está alli por trabajo, asà que no tiene nada que ver con su estado civil. ¿Qué tiene de malo?
Yana se quedó sin palabras en cuanto escuchó aquellas palabras, mientras que Roselle apretó los puños, sintiendo que los celos corrÃan por sus venas.
Sin embargo, hizo caso omiso de los comentarios de todos y su fuerte figura se giró de golpe con un aura poderosa para marcharse con Gregory y Tessa.
En el camino de vuelta, Tessa miro el oscuro paisaje fuera de la ventana y dijo:
-Um... Por favor, llévame a la Comunidad Pináculo.
Cuando Gregory escuchó eso, preguntó ansioso:
-Señorita bonita, įvas a volver? ¿No se queda en los Jardines de la DinastÃa?
Ella esbozó una ligera sonrisa antes de disculparse:
-Lo siento. Aunque he aceptado ser tu profesora, no puedo vivir contigo todo el tiempo. TodavÃa tengo que cuidar de mi familia y mi propio trabajo, pero te prometo que te enseñaré todos los dÃas. ¿De acuerdo?
-Oh...
El niño sonaba triste mientras bajaba la cabeza, con la cara llena de decepción. Al ver esto, Tessa se sintió un poco mal, pero, aun asÃ, insistió en irse. Aunque sólo habÃa asistido a una simple cena familiar en la Residencia Sawyer esta noche, sentÃa que habÃa una gran distancia entre ella y Gregory El pertenecÃa a la familia más rica de la ciudad, mientras que ella era una persona común y corriente, sin identidad ni antecedentes sólidos. Por lo tanto, eran de dos mundos muy diferentes. Como a él le gustaba y querÃa que se quedara, la familia Sawyer toleró a regañadientes su aparición para no entristecerlo.
Sin embargo, jella no era estúpida! ¿Cómo iba a permitir una familia tan rica como la familia Sawyer que una persona corriente desarrollara una relación profunda con Gregory? Además, ella no querÃa que ellos sintieran que ella era alguien con malas intenciones.
Recordando las actitudes de Roselle y Yana en la Residencia Sawyer hoy mismo, Tessa sabÃa que las dos tenÃan intenciones impuras hacia la familia Sawyer. Asà que, después de pensarlo, decidió mantener una distancia adecuada con Gregory.
Pensando en esto, Tessa ya no vacilo y persuadió a Gregory:
-Greg, tienes que ser obediente. Sólo voy a volver a descansar y podemos volver a vernos mañana, ¿de acuerdo?
Gregory seguÃa con la cabeza baja y parecÃa deprimido sin responder.
No pudo evitar estar un poco preocupada, asà que se dirigió a Nicholas con la esperanza de que pudiera persuadir al niño. Sin embargo, Nicholas sólo miro al niño de reojo y respondió con voz gélida:
âNo le hagas caso. Ya entrará en razón por sà mismo.
Cuando terminó, ordenó al asistente de delante:
-Nos dirigiremos a la Comunidad Pináculo.
El asistente asintió y el coche dio la vuelta de inmediato. Su viaje hasta allà fue silencioso y pronto, el coche se detuvo en la entrada de la Comunidad Pináculo. Antes de salir del coche, Tessa se despidió de Gregory.
-Cariño, he llegado a casa y voy a volver. Pórtate bien y nos vemos mañana.
Gregory estaba enfurruñado, pero aun asà asintió hoscamente. Esbozando una amable sonrisa, se bajó del vehiculo y se dio la vuelta para marcharse. El pequeño bajó de inmediato la ventanilla del coche y luego puso las dos manos sobre ella. Mirando a la espalda de la figura de Tessa con cara de pocos amigos, estaba tan triste que su corazón estaba a punto de romperse. «¡No quiero separarme de ella, ni siquiera por un segundo!
Nicholas lo miro y le recordó:
-Es suficiente. No es que no vayas a volver a verla. Conduce.
El motor del coche se puso en marcha de nuevo y se alejó a continuación. Gregory retiró de inmediato su expresión de agravio antes de mirar a su padre para quejarse:
-¡Todo es culpa tuya por no convencer a la señorita bonita de que viviera con nosotros!
La expresión de Nicholas era pausada e indiferente.
-¿Por qué deberÃa hacerlo? Dejar que sea tu maestra ya es mi lÃmite. Gregory Sawyer, no tientes tu suerte.