Chapter Capítulo 312
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 312 Tessa fue tomada por sorpresa cuando vio a Nicholas aparecer repentinamente frente a ella.
â¿Por qué no te has ido todavÃa? Tú... Ella frunció el ceño, sin saber qué decir.
Luego miró hacia el balcón. Obviamente habÃa entendido mal su relación con Scott. Sin mencionar que verla tan renuente a pasar tiempo con él lo enojó aún más.
Nicholas se burló, â¿Por qué? ¿Estás ansioso por que me vaya para que puedas estar con tu talentoso músico?
âYo no...â Tessa se defendió reflexivamente. Sin embargo, fue interrumpida por la frÃa voz de Nicholas antes de que terminara de hablar.
â¡Creo que lo haces!â
En este momento, la cordura de Nicholas estaba ocupada por algo llamado celos. â¿Toda esa charla sobre que me obligaron a dejar el paÃs y que yo te causé problemas? Apuesto a que esas son excusas que estás usando porque tienes miedo de que te moleste para que no estés con otros hombres.
Cuando Tessa escuchó sus comentarios espinosos, se sintió tan avergonzada que explotó de ira. No esperaba que después de renunciar a todo y dejar el paÃs, Nicholas la calumniara de esa manera.
SentÃa un dolor agudo en el pecho como si alguien le estuviera cortando el corazón con un cuchillo desafilado. No sabÃa qué le pasaba y por qué se sentÃa tan molesta cuando escuchó las declaraciones de Nicholas.
â¡Ya que dijiste eso, entonces te diré esto! ¿Y qué si es verdad?
Tessa parecÃa rota mientras le gritaba a Nicholas con los ojos enrojecidos. â¿Quién eres tú para mÃ? ¿Por qué te importa si estoy con otra persona? ¡¿Qué derecho tienes de controlarme ?!â
Nicholas estaba lÃvido, y las venas de su frente se hincharon de furia. ¡Decir ah! ¿Esta mujer realmente dijo que no tengo derecho a preocuparme por esto? ¡Oh, la persona que tiene más calificaciones para molestarte por este asunto soy yo! Nicolás pensó enojado.
Ella era la madre de Gregory, y como a Gregory le gustaba tanto, ¡no podÃa involucrarse con otros hombres!
Los ojos oscuros de Nicholas ardÃan y dijo bruscamente: â¿No estoy calificado? Entonces, si me convirtiera en el hombre de tu vida, ¿eso me calificarÃa ante tus ojos?
â
âNicholas, ¿sabes lo que estás diciendo?â
Tessa miró a Nicholas con asombro, sus ojos llenos de sorpresa.
â¡Por supuesto! ¡No podrÃa ser más consciente!â
Después de hablar, no le dio la oportunidad de reaccionar, ya que inmediatamente la levantó por la cintura. Luego, se dirigió al dormitorio y la arrojó sobre la cama.
La cama era suave, y ella aterrizó con un rebote antes de finalmente recuperarse de su audaz declaración â¿Qué estás haciendo?â ella lo cuestionó bruscamente con una mirada de pánico en sus ojos. Sus ojos brillantes parecÃan los de un cervatillo asustado, lo que solo hizo que él quisiera intimidarla ferozmente.
Mientras la estudiaba, fue como si algo se despertara en su cuerpo.
â¿Qué estoy haciendo? ¡Me estoy convirtiendo en tu hombre, por supuesto!
Mientras hablaba, arrojó a un lado el abrigo que se habÃa quitado, luego se quitó la corbata antes de agacharse, atrapándola entre la cama y sus brazos.
Tessa se asustó cuando vio su hermoso rostro acercándose. Al pensar en la declaración de Nicholas, de repente entró en pánico. Ella colocó sus manos contra su pecho, su voz temblando de miedo. â¡Vete! ¡QuÃtate de encima de mÃ!
Desafortunadamente, no podÃa alejar su pesado cuerpo sin importar cuánto lo intentara. Estaba tan asustada que comenzó a luchar con todo su cuerpo, como una bestia atrapada en una lucha final. Incluso hubo algunas veces en las que casi se liberó de él.
Cuando sintió su decidida resistencia, sus ojos se oscurecieron ligeramente y la presionó más fuerte contra la cama.
¡No me toques! ¡Alejarse de mÃ!â gritó con voz ronca.
En ese momento, Nicholas notó que el rostro lloroso de Tessa estaba lleno de desesperación. Estaba desconcertado y de repente le dolÃa el corazón. Al final, renunció a la idea de intimidar a Tessa, luego bajó la cabeza con amor y le dio un ligero beso entre las cejas.
âNo tengas miedo. No te voy a hacer nadaâ.
Tessa cerró los ojos mientras su cuerpo se estremecÃa. Pasaron varios segundos antes de que reaccionara y abriera los ojos.
â¿Es eso cierto?â
Con los ojos llenos de lágrimas, ella le lanzó una mirada dubitativa.
âPor supuesto, es verdadâ. Nicholas asintió y luego hizo una pausa. Su tono cambió ligeramente y sonrió significativamente mientras continuaba: âNo voy a hacer nada más, pero...â