Chapter Capítulo 330
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 330 Cuando vio lo profesional que era Nicholas, la sonrisa en su rostro vaciló, pero se recuperó rápidamente. âNo sé mucho, pero puedo hacer una cita para reunirme con mi compañero de claseâ, dijo.
Después de la cena, salieron juntos del restaurante y su llamativa apariencia atrajo la atención de muchos transeúntes. Incluso hubo algunos que susurraron, diciendo que eran muy compatibles.
Hayley sonrió seductoramente cuando escuchó esos susurros e inclinó la cabeza hacia Nicholas. âNicholas, todavÃa es temprano ahora. ¿Quieres ir a dar un paseo?â ella preguntó.
Rechazó la oferta de inmediato. âNo gracias. Greg está esperando que vuelva a casa.
Sin embargo, su rechazo no la sorprendió porque solo estaba probando suerte al preguntar antes. âEsta bien. Ya que no eres libre, saldremos de nuevo la próxima vezâ, dijo ella, siguiéndolo hasta donde estacionó su auto. Luego, fue directamente al asiento del pasajero, abrió la puerta y se sentó adentro.
Nicholas hizo una pausa y frunció el ceño al ver sus acciones mientras subÃa al auto.
D Naturalmente, Hayley sintió la molestia que emanaba de él, pero fingió no darse cuenta y le dedicó una sonrisa. âTendré que molestarte para que me dejes en casa esta noche, Nicholas. Mi conductor regresó después de que me dejóâ.
Ãl frunció los labios ante su explicación, pero no le negó que la llevara, y el auto estaba completamente en silencio cuando estaban en camino.
En ese momento, ella giró la cabeza, miró sus rasgos esculpidos y preguntó: âNicholas, ¿me estás evitando?â
Sus cejas se fruncieron ante la pregunta, y en su lugar preguntó: â¿Por qué deberÃa evitarte?â
âPensé que tú tampoco tienes razón para hacer eso. Después de todo, no doy tanto miedo, ¿verdad? No es como si fuera un canÃbal.
Ella lo miró fijamente y no ocultó la adoración en sus ojos porque esperaba que él le diera alguna respuesta, pero el hombre frente a ella permaneció impasible.
Finalmente, no pudo evitar preguntar: âNicholas, no creo que sea tan mala, asà que ¿por qué se niega a aceptarme? ¿Estás preocupado por Gregorio? Si ese es el caso, no tienes que preocuparte por nada porque lo cuidaré como si fuera mÃo. Entonces, incluso si nos casamos en el futuro, puedo aceptar no tener un hijo biológico propioâ.
âSeñorita Stone, esto no tiene nada que ver con Greg, pero yo soy el que no está dispuestoâ. Luego, le lanzó una mirada fugaz y decidió no andarse con rodeos. âNo me gusta jugar, y más que mi matrimonio sea una pieza de ajedrez para los demásâ.
La expresión del rostro de Hayley se volvió amarga y agarró su bolso con fuerza. Después de todos sus esfuerzos durante tanto tiempo, este hombre no sentÃa nada por ella.
Como si no hubiera visto la expresión de su rostro, continuó: âEn realidad, con tus condiciones, puedes tener a cualquier hombre que quieras, asà que no desperdicies tus esfuerzos conmigoâ.
âPero tú eres el que quieroâ. Ella lo miró con determinación mientras se mordÃa el labio inferior.
Sin embargo, eso solo hizo que su tono se volviera helado. â¡Pero yo no te quiero!â
Una vez más, el auto se sumió en un completo silencio, lo que hizo que Hayley se sintiera increÃblemente insoportable. Esta fue la primera vez en su vida que fue repetidamente rechazada.
Después de un rato, el auto se detuvo frente a su casa y no pudo evitar sentirse agraviada cuando vio al hombre inexpresivo en el asiento del conductor. Puso ambas manos contra la ventanilla del auto y preguntó: âSi no te gusta una mujer como yo, entonces, ¿qué tipo de mujer te gusta?â.
âEso no tiene nada que ver contigoâ. Nicholas sintió que este era su asunto privado, por lo que no necesitaba dar explicaciones a nadie.
El rostro de Hayley se torció con el ceño fruncido porque se sentÃa enojada por la frustración, pero no le molestó ni un poco cuando dijo antes de girar el auto para irse: âEspero que no aparezcas ante mà con esta idea en menteâ. en el futuro. Si sigues asÃ, enviaré a otros para que hablen contigo sobre el trabajoâ.
Mientras observaba cómo el elegante Maybach negro desaparecÃa al final de la calle, se calmó gradualmente.
Desafortunadamente para él, cuanto más la rechazaba, más interés tenÃa ella en él.