Chapter Capítulo 358
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 358 Presente âNo necesito tu ayudaâ.
âSÃ, por supuesto que noâ.
Jugaron un rato y Tessa empezó a soltarse. Nicholas se dio cuenta de eso, y la levantó. âMuy bien, se acabó la diversión. Hora del desayuno. Y tendremos que mimar un poco a Gregory.
â¿Eh? ¿Por qué?â Tessa lo miró, confundida.
Nicolás sonrió. âLo dejamos solo toda la noche, y se va a enojar por eso. Sin mencionar que te tomé para mà toda la noche.
Por alguna razón, tenÃa la sensación de que Nicholas estaba tratando de decir algo más, y lo miró avergonzada. â¡Todo es tu culpa!â
Esperar. Gregorio estaba con Timoteo. Oh, no. Eso significa que Timothy también sabe sobre esto. Su cara se puso rosa. ¿Cómo se supone que los enfrentaré? TodavÃa tenÃa que verlos sin importar lo reacia que fuera. Afortunadamente, se calmó mucho después de lavarse.
Un rato después, fueron a tocar a la puerta de la casa de al lado, y Timothy vino a abrir. Miró a los dos, su mirada misteriosa.
Nicholas lo dejó mirar todo lo que quiso, aunque Tessa parecÃa inquieta. Trató de aliviar el aire incómodo y dijo: âBuenos dÃas, Timothyâ.
Buenos dÃas, Tessa.
Se volvió aún más incómodo. Al final, Tessa dejó a un lado su orgullo y preguntó: â¿Está Greg despierto?â.
âSÃ, y está de mal humorâ. Abrió la puerta por completo y los dejó entrar.
Vieron a Gregory en la sala de estar, aunque les estaba dando la espalda con enojo. Divertida, Tessa fue y se sentó a su lado. âHemos vuelto, Gregâ.
Gregory frunció los labios. âSeñorita Tessa, papá ha ido demasiado lejos. ¡Prometió que celebrarÃamos tu cumpleaños juntos, pero te tomó para él toda la noche!
Tessa asintió. âSÃ, fue demasiado lejosâ.
âYa no me gustaâ.
âSÃ, tú haces esoâ.
Nicholas le lanzó una mirada a Tessa y ella le devolvió la mirada. La mirada en sus ojos decÃa: âTu hijo lo dijo él mismo. No tengo nada que ver con esoâ. Como Gregory todavÃa se veÃa malhumorado, Tessa ignoró a Nicholas y volvió a persuadir al chico. Ella lo sostuvo en sus brazos y dijo: âLamento mucho haberte dejado plantado anoche, Gregoryâ.
Gregory frunció los labios y finalmente cedió. âMulta. Entonces te perdonaré, pero tienes que darme algo a cambio.
âPor supuesto. Puedes tener lo que quieras, siempre y cuando no sigas enojadoâ. Tessa tocó su nariz con la suya. Entonces, ¿por qué no paso todo el dÃa contigo? Haré todo contigo.
Los ojos de Gregory brillaron, y fue como si las estrellas titilaran dentro de ellos. âEntonces es una promesa, señorita Tessaâ.
âPor supuesto. ¿Meñique promesa? Tessa levantó su dedo meñique.
Gregory bajó su mano y sonrió. âEsta bien. ConfÃo en ti.â
Tessa dejó escapar un suspiro de alivio al ver que finalmente sonrió de nuevo.
En ese momento, Gregory pareció recordar algo. Se levantó del sofá y dijo: âDéme un minuto, señorita Tessa. Tengo algo para ti.â Entró en su habitación y regresó un rato después, aunque tenÃa un pequeño robot siguiéndolo.
Tessa notó que el robot era una versión en miniatura del que estaba en el sótano de Dynasty Gardens.
âAquà está mi regalo para usted, señorita Tessaâ. Gregory envió el robot hacia ella usando un comando de voz. âNo tienes ese gran robot en el extranjero, asà que te daré este pequeño. Ahora ambos tenemos nuestro propio robot secretoâ.