Chapter Capítulo 362
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 362 AnÃmate âDeberÃas lavarte entonces. Se está haciendo tarde. Deberias dormir un poco.â
âPor supuesto.â Nicholas entonces la abrazó y la hizo sentarse en su regazo.
Tessa se sintió un poco avergonzada de estar tan cerca de él, pero luego recordó que antes habÃan hecho cosas aún más Ãntimas, asà que lo abrazó por el cuello. â¿Te vas mañana?â
Nicolás asintió. â¿Por qué? ¿No quieres despedirte? Ãl sonrió.
âSÃ.â Tessa asintió honestamente. Ella pensó que el tiempo estaba volando demasiado rápido. âMe pregunto cuándo nos volveremos a verâ. Ella suspiró con tristeza.
Los ojos de Nicolás brillaron. Sugirió: âSi te sientes triste, entonces recompénsame bien esta nocheâ. La recogió y la llevó a la habitación de al lado.
Tessa se despertó cuando él la colocó sobre la cama. Cuando se quitó la ropa, le recordó lo insaciable que estaba la noche anterior y la asustó. âUm, no lo hagamos esta noche. Le prometà a Gregory que me quedarÃa con él por la noche.
Se levantó y trató de correr, pero no llegó muy lejos antes de que Nicholas la detuviera. âGregory es un niño grande ahora. DeberÃa aprender a dormir solo âsusurró, su voz ronca y sexy.
Un rato después, se escucharon gemidos y gemidos desde la habitación. Mucho, mucho tiempo después, Tessa yacÃa en la cama, exhausta, mientras que Nicholas parecÃa renovado, como si fuera infatigable. Tessa tenÃa sentimientos encontrados al respecto, pero él se irÃa al dÃa siguiente, asà que lo dejó hacer lo que quisiera.
...
Cuando Gregory se despertó en su habitación a la mañana siguiente, no vio a Tessa y eso lo enfureció. Cuando vio que su padre y Tessa salÃan de la misma habitación más tarde, dirigió su ira hacia su padre. â¡Papá, malvado! ¡Me quitaste a la señorita Tessa otra vez! Frunció los labios, cruzó los brazos y se sentó en el sofá enojado. âUsted también es mala, señorita Tessa. Prometiste que te quedarÃas conmigo.
Tessa se sintió desconsolada al escuchar lo decepcionado que estaba el chico, e instintivamente quiso animarlo, pero se detuvo antes de poder hacerlo. Oye, esto no es mi culpa. No puedo ser yo quien anime a Gregory cada vez que Nicholas lo hace enojar. ¿Qué pasa si termina pensando que soy un mentiroso? Se dio la vuelta y miró a Nicholas. âLo hiciste enojar, asà que lo animasâ, susurró. Y dile que no lo dejé plantado a propósito. No quiero que piense que soy un mentiroso.
Nicholas miró a Tessa, sus ojos llenos de amor. âPor supuestoâ, dijo, y se acercó al niño.
El niño notó que alguien se acercaba. Pensó que era Tessa y sonrió. Estaba a punto de quejarse con ella, pero luego vio un par de zapatos de cuero negro a su lado. Cuando levantó la vista, vio la cara de su padre y resopló. Luego se dio la vuelta e ignoró a su padre.
A Nicolás no le importó. Con calma se acurrucó más cerca de su hijo.
Por alguna razón, el niño parecÃa vacilante después de un tiempo, luego pareció menos enojado, pero de todos modos le resopló a su padre. Luego se levantó del sofá y trotó hacia Tessa. âSeñorita Tessa, quiero un abrazoâ. Al contrario de cómo trataba a su padre, le sonrió a Tessa.
Tessa levantó al niño y miró a Nicholas, sintiéndose sorprendida. ¿Qué dijo para animarlo tan rápido? Ella querÃa saber, pero no tuvo la oportunidad de preguntar.