Chapter Capítulo 61
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 61 Un asombrado Silas entrecerró los ojos y dijo furioso: âEso no depende de ti. ¡Si te niegas a entregar el software, haré que te encierren hasta que lo hagas! ¡No subestimes las formas en que puedo forzar tu mano, muchacho!
Timothy se rió secamente mientras se burlaba, âEso suena como tú; está bien. Parece que sigues siendo la misma persona vil que eras hace tantos años. ¡Tu desvergüenza me repugna!â Miró a Silas con reproche. âTe he dicho que nunca te entregaré los derechos del software, ni siquiera si muero. ¡Una escoria como tú no merece poseer ninguna parte de mi creación!â
â¡Tú, pedazo de basura inútil! ¡Pruébame una vez más y verás si no te doy una buena paliza!â espetó Silas, su pecho subÃa y bajaba rápidamente por la ira mientras levantaba la mano, listo para abofetear a Timothy en la cara.
Sin embargo, Timothy simplemente cerró los ojos y se alejó, tratando decididamente a Silas como si fuera aire endeble mientras obstinadamente ignoraba al hombre.
Mientras tanto, Tessa no estaba al tanto de todo lo que habÃa sucedido. Fue solo por la noche cuando regresó a casa, cansada por el riguroso ensayo, y notó que Timothy no estaba a la vista que pensó, Hmm, eso es extraño.
â¿No se supone que Timothy ya deberÃa estar preparando la cena? ¿Por qué no está en casa cuando ya es tan tarde? ¿Está siendo retenido en la escuela? Tessa murmuró, como si las respuestas a sus preguntas pudieran surgir de la nada.
TodavÃa devanándose los sesos por las razones por las que él podrÃa llegar tarde, dejó el violÃn y lo apoyó con cuidado en el lugar al que pertenecÃa.
Luego, sacó su teléfono y llamó a Timothy. La comunicaron después de dos timbres y, sin esperar un saludo, preguntó: âTimothy, ¿dónde estás? ¿Por qué no estás en casa todavÃa?
Tessa no esperaba que una voz áspera y familiar respondiera al otro lado de la lÃnea. â¡Ãl no va a volver a casa!â
Al escuchar esto, se erizó y sus ojos se abrieron en estado de shock. Por supuesto que reconocerÃa esta voz; ¡Era la misma voz que se habÃa convertido en la base de las pesadillas de ella y Timothy!
Luciendo sombrÃa, no se molestó en sutilezas mientras exigÃa beligerante: â¿Por qué contestas el teléfono? ¿Dónde está Timoteo?
El grueso tono de barÃtono de Silas sonaba petulante mientras arrastraba las palabras maliciosamente:
âTraje a tu hermano a casa y se quedará con nosotros durante los próximos dÃas, por los viejos tiempos. Ahora, si no tienes nada importante que decir, deja de llamarâ.
¿Por los viejos tiempos? ¡Como si alguien pudiera creer eso! Tessa presionó enojada: â¿Por qué diablos trajiste a Timothy, Silas? ¿Qué quieres con él? Te lo advierto: si le pones un dedo encima, te haré pedazos.
Silas simplemente resopló ante su amenaza. âTessa, te sugiero que dejes de regañar. Solo querÃa ver a mi hijo y alcanzarlo después de todos estos años; Seguramente no tengo que llamarte para decÃrtelo. ¡Además, no olvides que soy tu padre, asà que cuida tu tono cuando me hables, jovencita salvaje!
Con eso, colgó bruscamente el teléfono.
En ese momento, el rostro de Tessa se torció en una mueca maliciosa.
Su supuesto padre solo tenÃa ojos para el dinero y nada más. Más concretamente, los Reinhart nunca habÃan mostrado ninguna preocupación por ella y Timothy. Entonces, ¿por qué empezar ahora? ¡Deben estar tramando algo sospechoso!
Timothy era la única familia que tenÃa, y no podÃa dejarlo sufrir un falso encarcelamiento en casa de los Reinhart sin hacer nada para salvarlo.
Como tal, agarró sus cosas y se dirigió a la Residencia Reinhart.
Sin embargo, por algún cruel giro del destino, Tessa acababa de salir del complejo de apartamentos cuando el auto de Nicholas se detuvo con Gregory felizmente en el asiento trasero.
Nicholas se veÃa tan guapo e intocable como siempre, incluso cuando la frustración y la resignación se reflejaban en su rostro cincelado.
Gregory habÃa estado de mal humor todo el dÃa desde que regresó del hospital. Se habÃa negado a hablar y apenas almorzó tampoco. Era como si su alma hubiera abandonado su pequeño cuerpo.
Naturalmente, todos en la familia habÃan estado muy preocupados.
Cuando se trataba de la cena, Nicholas le habÃa pedido especÃficamente al personal de la cocina que preparara todas las cosas que a Gregory le gustaba comer, sin preocuparse en absoluto por estar saludable como le habÃa advertido el médico anteriormente.
Por desgracia, el pequeño solo habÃa tomado dos bocados de la cena antes de vomitar y el proyectil lleno lo dejó mortalmente pálido.
Nicholas habÃa entrado en pánico, pensando que podrÃa ser un efecto secundario de las toxinas, pero al segundo siguiente, el niño fatigado y molesto decidió hacer una rabieta justo después de vomitar en la mesa.
Con todo el poder que pudo reunir, barrió toda la comida y los platos de la mesa con sus pequeñas manos. No se detuvo ni siquiera cuando la sopa caliente se derramó sobre su delicada piel.
Haciendo un puchero, ya no pudo contener su tristeza mientras se echaba a llorar, sollozando, â¿Por qué? ¿Por qué ya no le gusto a la señorita Pretty Lady? ¡Papá, dime por qué, por favor! ¿Hice algo mal? ¿Por qué ella no me quiere...?
Ãl habÃa estallado en llantos incoherentes después de eso, sus pequeñas manos regordetas se frotaban furiosamente la cara mientras gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas.