Capítulo 164
Se Volvió Loco Tras Mi Muerte ( Violeta and Maurino )
CapÃtulo 164
Apenas habian terminado de hablar, cuando quien menos esperaban apareció por el pasillo.
Emesto salió del ascensor y al ver la escena frente a la puerta de la primera habitación, no se detuvo a mirar y se dirigió directamente a la siguiente.
âSeñorita Violeta.â
Con el sonido de un golpe en la puerta, ambas miraron hacia afuera.
Emiha pregunto: â¿Emesto?â
El asistente asintió con la cabeza, saludando.
Vienes por la Señorita Violeta? ¿El señor también está aquÃ?â
Ernesto respondió: âEl Señor Paz sigue en Aguamar, me mandó para buscar a la Señorita Violeta.â
Emilia expresó su preocupación: âPero la Señorita Violeta no está bien, necesita estar bajo observación por un tiempo.â
Emesto replicó: âEl Señor Paz se encargará de eso.â
Emilia dijo: âNecesito informarle a la señora Paz sobre esto.â
El hombre aseguró: âSeñorita Violeta, el Señor Paz dijo que si quieres irte, puedes hacerlo conmigo en cualquier momento.â
Por supuesto que Violeta estaba dispuesta a irse con Ernesto. Pero antes de irse, se cambió de ropa y tomó las cosas que estaban sobre la mesa.
No esperaba que Maurino enviara a Ernesto especialmente.
Además, ¿cómo supo que ella estaba en el hospital?
Antes de salir con Ernesto, Violeta lo detuvo.
âSeñor Ernesto, ¿podrÃa hacerme un favor?â
¿Señor?
¡Si solo era un año menor que el Señor Paz!
Ella llamaba âhermano âal Señor Paz, ¿y a él lo trataba de âseñorâ?
Ernesto se serenó, dijo: âDiga, Señorita Violeta.â
Ella pidió: âLleve este brazalete a mi cuñada y digale que es un regalo que mi hermano no pudo darle. Que no esté triste.â
Ernesto aceptó rápidamente.
Después de que se fue, Emilia miró a Violeta sorprendida: âSabÃa que el señor no se equivocarÃa contigo, no te tendrÃa cerca sin una buena razón. Esta vez, fue Laura quien lo malentendió todo.â
Violeta bajó la mirada, su voz fue suave: âNo entiendo por qué ella tiene tanta hostilidad hacia mÃ.â
âLaura también quiere lo mejor para el señor, no te preocupes, la Señora Paz no permitirá que sufras injustamente.â
La empleada le entregó una bolsa de medicamentos: âDescansa bien cuando vuelvas.â
âSeñora Paz.â
Noa entró a la habitación, seguido por dos guardaespaldas: âParece que eres dura, no te ha pasado nada. Cuando vuelvas con Maurino, recuerda qué cosas puedes decir y cuáles no.â
Violeta se escondió detrás de Ernesto sin mostrarse, al final, el asistente dijo: âSeñora Paz, su nieto dijo que si este tipo de incidentes vuelve a suceder, él no se quedará de brazos cruzados.
¡Con permiso!â
Violeta siguió tÃmidamente a Ernesto, pero no sin antes hacerle una mueca a Noa.
Emilia se sorprendió.
Noa solo gruñó: âEsa niña traviesa.â
Capitulo 164.
Cuando Violeta saló de la habitación, no esperalia encontrarse con Dana en un estado tan lamentable, arrodillada en el suelo y claramente descompuesta, como si hubiera sido empapada con agua o fuera a caerse con un simple empujón.
Justo cuando estaba a punto de pasar junto a ella, no pudo evitar detenerse âDanitoâ
Se arrodillo frente a ella: âMi cuñada, no cancelará el compromiso, por favor, levántate.â
Ernesto miró hacia atrás con una mirada fija: âSeñorita Violeta, el Señor Paz dijo que no te metieras en asuntos ajenos.â
Ella no queria entrometerse, entendÃa la posición de Maurino, pero siempre recordarÃa la ayuda que Dana le brindó en su vida pasada.
Ella sabia mejor que nadie lo que se sentia estar completamente sola y despreciada.
Dana pregunto: âVienes a alardear frente a mÃ?
No necesito tu lástima.â