Capítulo 173
Emparejada
CapÃtulo 173
(Punto de vista de Nick)
Acabé sentado en aquella m*ldita silla en la casa de lobos hasta las tres de la madrugada. Solo cuando la actividad a mi alrededor se calmó, dejándome solo,
decidà arrastrarme hasta casa.
Jenny y yo tenemos una casita cerca de la casa de lobos. Mis abuelos vivÃan allà hasta que murieron. Mis padres me dieron la casita cuando Jenny y yo nos casamos. Está a unos cinco minutos a pie.
Para mi sorpresa, a pesar de lo tarde que era, Jenny me estaba esperando en la sala cuando entré. Lo primero que noté, además del hecho de que estaba
despierta, fue que tenÃa una maleta grande sentada a su lado.
âJenny, ¿qué haces todavÃa despierta?â, le pregunté.
Ella se levantó y dijo: âTe he estado esperandoâ.
â¿Por qué?â.
â¿No crees que tenemos que hablar?â.
Suspiré mientras me pasaba los dedos por el pelo. â¿Ahora?â.
Ella asintió. âSÃ, ahoraâ.
â¿Puede esperar hasta mañana? ¿Después de que hayamos dormido un poco?â.
Jenny ignoró mi pregunta. En su lugar, hizo una ella.
â¿Dejarás a tu familia, denunciarás a la manada y te vendrás conmigo?â. â¿Qué?â
La pregunta de Jenny sonó extrañamente ensayada y, sin embargo, no era en absoluto lo que yo esperaba que dijera.
âNick, no son buena gente. Lo que salió hoy a luz ni siquiera cubre una fracción de las cosas horribles que han hecho. No son solo Stephanie y Sheila. Tu madre, tu padre, Alfa Randall y Luna Jane han hecho cosas. Cosas malas. Todos ellos
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tienen la culpaâ.
Me pasé las manos por la cara. â¿Podemos hablar de esto por la mañana, Jenny? Ha sido un dÃa muy largo. Los dos necesitamos dormirâ.
âNoâ.
â¿No?â.
âNo, Nick. Tenemos que hablar de esto ahora. Necesito saber si estás dispuesto a cortar lazos con tu familiaâ.
â¿Cómo puedes pedirme que haga eso, Jenny?â, pregunté agotado e incrédulo. âi Son mi familia!â.
âYa te lo he dicho. No son buena genteâ, respondió con tristeza.
âSé que Stephanie nos hizo cosas malas. Cosas horribles. Pero mis padres también son mi familia. La familia se apoya. Se perdonan los erroresâ.
âNunca sentiste eso cuando tenÃa que ver con Lilyâ, dijo amargamente.
Me froté el cuello. Ella tenÃa razón. Diosa, sà que tenÃa razón.
Aun asÃ⦠Dos errores no hacen un acierto. Y Jenny no solo me estaba pidiendo que cortara lazos con Stephanie. Me estaba pidiendo que cortara con toda mi familia y toda mi manada. Eso era mucho que pedir. Ella debÃa saber que era mucho pedir.
âEres de las que hablan, Jenny. Estabas ahi con nosotros cuando la mitad de las cosas le pasaron a Lily. Y a diferencia de todos nosotros, sabÃas la verdadâ.
Jenny se secó una lágrima y se encogió de hombros. âTienes razón. Supongo que también se podrÃa decir que soy una mala personaâ.
â¿Por qué?â, le pregunté. â¿Por qué te lo guardaste todo para ti? ¿Por qué no me lo contaste? ¿Por qué nos dejaste sufrir a todos innecesariamente?â.
Jenny empezó a llorar. Entre lágrimas, intentó explicarse.
âEstaba tan herida y tan enfadada que solo pensaba en vengarme. No me importaba quién saliera herido a mi alrededor. No querÃa que culparan a Lily de todo, pero una vez que lo hicieron, decidà no hacer nada al
estaba bien, porque ella tenÃa la misma sangre corriendo por sus venas que Stephanie y tus padresâ.
â¿Por qué no me lo dijiste?â, volvà a preguntar, intentando contener mis proplas lágrimas.
âNo querÃa perderte. Si lo hacÃa, ellos ganarÃanâ.
âVaya. ¿Asà que eso era yo para ti? ¿Un juego? ¿Un peón en tu plan de venganza?â.
âNo. Yo querÃa ser tu pareja, Nick. De verdad que sÃ. Pero cada vez que estábamos juntos, solo podÃa pensar en lo que habÃa pasado antes. Y por mucho que lo intentara, nunca pude comprometerme contigo ni hacerme vulnerable. QuerÃa hacerlo, pero no podÃa. Los recuerdos de los dolores de la traición y el vÃdeo no dejaban de atormentarme. Como resultado, siempre retuve una parte de miâ.
SeguÃa sin entender lo que decÃa. Tampoco entendÃa por qué todo esto habÃa sucedido o seguÃa sucediendo.
âPodrÃas habérmelo dicho. PodrÃamos haberlo superado juntosâ.
âTal vezâ, respondió ella, obviamente poco convencida.
â¿Qué hay de la maleta?â, pregunté, señalando a su lado.
âNecesito empezar de nuevoâ.
Tragué saliva.
â¿Sin mi?â.
âSi es lo que hace falta. No puedo pasar otro dÃa más aquÃâ.
âEstamos completamente marcados, Jenny. No podemos rechazarnos ahoraâ.
âPodemos si nuestros lobos están de acuerdoâ.
âJasmine está de acuerdo con el rechazo?â, pregunté sorprendido.
âSÃ. Ella está de acuerdo en que no podemos quedarnos aquÃ, cerca de Stephanie y Sheila y tu familia. Si estuvieras dispuesto a dejarlos y venir con nosotras, lo
intentarÃamos. Esta vez haciendo borrón y cuenta nueva. Pero mientras insistas en quedarte con ellos y con esta manada, Jasmine está de acuerdo. Es hora de
empezar de tinevoâ,
La miré con incredulidad. Senti que mi corazón se rompÃa, junto con el de mi lobo.
â¿Cuánto tiempo has estado pensando en esto?â.
âSiete añosâ.
â¿SETE AÃOS?â.
âDe una forma u otra, si. Al menos de vez en cuando. No querÃa acabar aquÃ, pero no estaba segura de si alguna vez serÃa capaz de superar el dolor. O el odio y la ira. No me gusta lo que me ha hecho. En quién me ha convertidoâ.
â¿Has pensado en esto durante siete años y quieres que tome una decisión sobre separarme de mi familia en treinta minutos?
Respiró hondo. âSiâ.
Me hundi en una silla.
âJenny, sé que lo que hizo Stephanie estuvo mal. Sé que te hizo daño. A los dos. Pero me estás pidiendo algo que no sé si puedo darte. Quiero a mis padres. No puedes pedirme que corte los lazos con ellos. Me criaron desde que era pequeño. Son todo lo que me queda. Y amo a esta manada. Y quiero saber por qué Stephanie hizo lo que hizo y si puede ser redimida. Es mi hermana, por el amor de la Diosa. Lo que pides no es justo. Y⦠tú también me hiciste dañoâ.
Ella frunció el ceño. âLo séâ.
Volvà a pasarme las manos por el pelo. â¿Adónde irás?â.
âHe oÃdo que Australia es bonito. Empezaré allÃ. Y una vez que esté instalada, te llamaré y podremos hacer los arreglos para el rechazoâ.
â¿Lo dices en serio?â.
âSIâ.
Jenny se acercó y me dio un beso en la mejilla. âAdiós, Nickâ.
Con eso, se fue, llevándose su maleta con ella.
Y tras eso, finalmente dejé salir todas las lágrimas que habÃa estado conteniendo.