Capítulo 208
Probando la Tentacion – la visita Nocturna del gerente General casto
CapÃtulo 208 No soy digno de casarme contigo
âNada. Estoy cansada. Myla evitó que su mano alcanzara su muñeca. âSi
Hay cualquier cosa, hablemos de ello mañana.
La secretaria Lynn, atrapada entre los dos, se sentÃa incómoda y querÃa hablar, pero
sin saber qué decir.
Fabián le dirigió una mirada severa y dijo en voz baja. âVuelve y descansa,
secretaria lynn
âBueno.
Después de que la secretaria Lynn se fue, Myla ya habÃa entrado al dormitorio antes que ella.
Fabian.
Fabián se quedó en el pasillo por un rato antes de abrir suavemente la puerta.
puerta.
La persona en la cama ya se habÃa reclinado con los ojos cerrados, ni siquiera
cambiándose de ropa. No era evidente si realmente estaba dormida.
Después de una pausa, Fabián estaba a punto de irse, con la intención de que alguien investigara lo que le habÃa sucedido a Myla en el hospital. De repente, Myla.
¡lo llamó!
âFabián. Dije que estoy cansadoâ.
â¦Luego descansar. No te molestaré. Esta noche dormiré en la habitación de invitados.
Myla se levantó de la cama y lo miró con expresión seria. Sus labios se movieron varias veces, pero no pudo decir nada.
Fabián regresó y suspiró. â¿O deberÃa llamar al médico para ver cómo está?â
¿tú?
Cuando digo que estoy cansado, me refiero al tipo de ured que ganó
âMyla instintivamente evitó su mirada y bajó los ojos. Hoy fui a ver a mi mamá y descubrà que Oskar se lleva bien con ella. Mi mamá está feliz: siempre ha esperado que yo fuera con Oskar, no tratando de ganarse el favor de tu familia Mooreâ.
â¿Qué quieres decir?â
Fabián, antes no estuve de acuerdo con Oskar porque, en términos de trabajo y carrera, tú puedes ofrecerme más. Si Fin está con Oskar, él sólo podrá proporcionarme una vida relativamente cómoda, sin mucho beneficio para mi futuro.
CapÃtulo 208 No soy digno deâ¦
Ahora, de repente me siento cansado de estar siempre a merced de ti, de tu familia Moore.
Fabián permaneció en silencio mirándola como si no la reconociera.
Ella no tenÃa el coraje de mirarlo a la cara en ese momento, asà que silenciosamente apretó los puños y terminó sus palabras.
âEntonces, no quiero continuar-
âMyla Fabián interrumpió repentinamente:â ¡No permitiré que sigas diciendo tonterÃas! Dime la verdad, ¿qué pasó? ¿Qué te dijeron mis padres?
â¿Es necesario preguntar? ¡Naturalmente me dijeron que no soy digna de casarme contigo, que no soy digna de ser la nuera de la familia Moore! ¿Qué más pueden decir? Myla fingió ser mala, retorciendo sus delicadas cejas. â¡Realmente odio su actitud condescendiente, como si tuviera que casarme con su hijo! Pero en realidad, ¿no me engañaste deliberadamente? Eh, ¿de qué sirve la familia Moore? ¡No me interesa! Si me caso con Oskar, al menos su
mis padres no me tratarán asÃâ.
Fabián miró fijamente el pequeño rostro de la mujer frente a él, como si no
conocerla en absoluto.
¿Cómo pudieron salir estas palabras de su boca?â¦
âEn su opinión, ¿la diferencia entre casarse conmigo y casarse con Oskar es sólo un equilibrio entre la realidad y los beneficios?â
â¿Qué más? Fabián, no estaba interesado en ti cuando estaba en la escuela. ¿Crees que de repente podrÃa interesarme después de graduarme? ¡Eres demasiado ingenuo! Myla se burló, âSi no fueras el presidente del Grupo Moore , si no pudieras proporcionar dinero para el tratamiento de mi mamá, no lo habrÃa hecho.
¡Te contacté después de la primera vez contigo!â
Esta mueca mordaz fue como arrojar al suelo la autoestima de Fabián y pisotearla sin piedad.
¡Myla pensó que él se enojarÃa mucho o incluso la regañarÃa impulsivamente!
Pero nada pasó.
Nada en absoluto
El aire en el dormitorio de repente pareció congelarse y ninguno de los dos habló hasta que el enrojecimiento en las comisuras de sus ojos se extendió gradualmen