Chapter 23
Resistiendo al amor de Mi Ex-Marido
CapÃtulo 23 De repente, Miguel se arrepintió un poco porque su jefe habÃa trabajado horas extras anoche hasta altas horas de la madrugada, y hoy ponÃa mala cara durante todo el dÃa, obviamente estaba de mal humor. En este momento, si mencionó el asunto de Bella, no sabÃa si empeorarÃa la situación.
-Si tienes algo que informarme, ven aquÃ. -Pedro dijo con impaciencia. Entonces Miguel caminó hacia Pedro y cuidadosamente le mostró la lista de mensajes. Pedro echó un vistazo a la pantalla donde estaba llena de mensajes de consumo desde el centro comercial.
Las sumas iban desde cientos de miles de dólares hasta millones de dólares. ConsumÃa en las joyerÃas y tiendas de ropa, zapatos y bolsos favoritas de las mujeres.
Con el tono "Ding" un mensaje sonó justamente a tiempo.
[Bienvenido a la tienda de XX Ropa de Hombre, usted ha gastado cuarenta mil dólares esta vez, y esperamos su próxima visita].
Probablemente, se trataba de la ilusión de Miguel, parecÃa que después de leer este mensaje, su jefe frunció las cejas con menor fuerza.
Aunque la ropa de este pregeneralmente no aparecÃa en el armade Pedro, Miguel todavÃa valientemente aduló: -La señora Romero salió de compras y no se olvidó de comprar ropa para usted, señor Romero, es realmente considerada.
Efectivamente, su jefe tenÃa un mejor aspecto después de escuchar estas palabras.
Sin embargo, él todavÃa dijo con una sonrisa frÃa: -Noimporta.
Miguel lo entendió enseguida y dijo: Sr. Romero, usted trabajó tan tarde ayer, y está ocupado todo el dÃa de hoy, deberÃa estar muy cansado, ¿quieres regresar a casa temprano y descansar? Pedro se estiró, realmente estaba un poco cansado.
-Informa a Fiona queprepare una tetera de té refrescante.
Vale, Sr. Romero.
Eran casi las cinco cuando Bella regresó a la Villa Dragón.
Antes fue a la peluquerÃa para hacerse un nuevo peinado a su antojo después de que Elena se fuera.
chun aspecto, 1 Viendo finalmente estaba de buen humor.
-Señora, el señor ha vuelto, arriba está en el estudio.
Tan pronto como ella entró, Fiona vino a decirselo.
¿Por qué Pedro estaba en casa a esta hora? ¿Acaso sabÃa que ella casi sobrepasaba la lÃnea de crédito de su tarjeta y volvió a reprocharla? +15 BONUS Pues justo Bella aprovechó de esta oportunidad de estar harta de ella para mencionar el divorde nuevo. Bella le a Fiona las cosas que tenÃa en la mano y subió por la escalera.
La puerta del estuse quedó abierta, asà que Bella caminó directamente hacia allÃ.
Iba a liamar a la puerta, pero encontró a Pedro sentado en el sofá atendiendo una videollamada. -Pedro, ¿qué está pasando con este contrato ganador? -Se oyó la voz de Anna.
-El proyecto que el tÃo GarcÃa siempre quiere conseguir, he ordenado que Miguel lo consiga. -Pedro, ya has ayudado mucho a mi familia, no te preocupes por estas cosas en el futuro, papá y yo podemos manejarlo. -Anna le agradecÃa mucho.
Al ver que su marido ayudó a su futuro suegro conseguir un contrato con el fin de complacer a su amante, quien estaba muy agradecida, Bella imaginaba que pronto los dos estaban a punto de entrar en una sesión de declararse el uno al otro. Entonces, como su buena esposa, ¿qué podÃa hacer sin perder su elegancia y decencia? En este momento Bella optó por girar la cabeza y marcharse.
Antes de bajar las escaleras, la suave voz de Pedro aún se oÃa débilmente detrás de ella: -Te prometà que te daria...
Pedro la tarjeta bancaria a su esposa legÃtima y ofreció el contrato del proyecto a su amante, lo cual mostró que era realmente un maestro que sabÃa muy bien cómo satisfacer a las dos mujeres. Bajando las escaleras, Fiona estaba arreglando sus "trofeos".
-Señora, he colocado las joyas enviadas por el personal del centro comercial por la tarde en el guardarropa, ¿puedo poner estas joyas allà también? Si A Bella se le ocurrió algo de repente después de que contestó: -Recoge todos los vestidos y faldas de la primera fila de armarios del guardarropa y dónalos.
-¿Donarlos todos?-Se -Se sorprendió Fiona y continuó-, ¿no son esos tus vestidos favoritos? Fiona recordó que antes cada vez que el señor volvÃa, la señora se ponÃa alegremente uno de los vestidos y se maquillaba muy bien. Si el señor la miró por más tiempo, ella se ponÃa aún más contenta y compraba más vestidos similares. Sin embargo, ahora la señora decÃa que querÃa donarlo.
1 Bella entendió lo que pensaba Fiona y esbozó una sonrisa: Sólodesagradarán siquedo con las cosas que noconvienen. Dónalas a los que las necesiten.
En retrospectiva, elegÃa todos estos vestidos según las preferencias de Pedro, exactamente, de acuerdo con el estilo de vestir de Anna. Ella pensaba que eso harÃa que Pedro la mirara un rato más. Ahora le parecÃa muy tonta y humilde esta conducta a Bella.
-Fiona, no hace falta queesperes para cenar, saldré a practicar la conducción por un rato.
Diciendo, Bella se dirigió al garaje. Mientras tanto, Pedro bebió una tetera de té y respuestas a una gran cantidad de correo electrónico. Al ver que era casi la hora de cenar, salió +15 BONUS del estudio. No a Bella en el dormitorio, pero habÃa ruido en el guardarropa.
Pedro se acercó y a Fiona ordenando y empaquetando algunos vestidos en el armario, asà que le preguntó: -¿Por qué estás aquà a esta hora? -Lo siento, señor, ahora mismo voy a preparar la cena. -Fiona dijo con nerviosismo y continuó-, la señoradijo que querÃa donar estos vestidos, olvidé la hora en cuanto los. empaqué.
-¿Donarlos? Asà es. Fiona reveló la verdad, la Señora dijo que no querÃa quedarse con nada que no le quedara bien. Pedro no reaccionó porque estaba acostumbrado desde hacÃa tiempo al capricho de Bella. Luego echó un vistazo desatentamente a una fila de ropa, zapatos y bolsos empaquetados en el suelo, todos de marca para mujeres. -Todo eso es lo que ha comprado hoy la señora Romero, aún no he tenido tiempo para ordenarlos. Se apresuró a explicar Fiona.
-¿Todos están aqu�-Pedro le hizo la pregunta sin emociones.
Fiona se quedó un poco perpleja, pero aun asà respondió: -Aparte de las joyas, que ya he guardado para la señora Romero, el resto está todo aquÃ.
Pedro preguntó frunciendo sus finos labios: ¿Dónde está? -La señora dice que quiere salir a practicar la conducción.
Hoy Bella condujo su proMaserati. Debido al último accidente, no se atrevió a conducir en unam carretera con coches, sinò que practicó en un césped vacÃo detrás de la zona de villa. Mientras practicaba, un coche negro aparcado no muy lejos, asà como a Pedro junto al coche.
A esta hora, ya anocheció, y sólo se veÃan farolas que se alzaban a los lados de la carretera. Pedro se puso de pie junto al coche. Llevaba los pantalones de traje, que delineaban sus piernas largas. Con una excelente postura, los brazos casualmente cruzados, Pedro dejó una sombra alargada bajo los faroles. Esta escena parecÃa un rollo de pelÃcula bellamente enmarcado. Al ver esta escena, Bella se distrajo momentáneamente, asà que con un sonido "Pum" el neumático derecho se hundió en un bache. El bache no era tan profundo, pero Bella pisó el acelerador varias veces y no pudo sacar la rueda del bache.
De verdad, la fascinación por la belleza demoraba mucho trabajo. Simplemente lo miró unas veces más, el neumático se atascó, por suerte su coche no estaba en la carretera, por el contrario, tendrÃa lugar otro accidente. -Baja, yo te ayudaré.