Capítulo 255
Resistiendo al amor de Mi Ex-Marido
CapÃtulo255 Pedro no miró a Bella y se dirigió directamente hacia su abuela.
-¿No deberias estar ocupes en la empresa? ¿Por qué has venido tan pronto? ¿Es que echas de menos a tu esposa?-preguntó la abuela Romero, intencionadamente.
Bella se adelantó a Pedro para responder: -Abuela, Pedro y yo estamos a punto de divorciarnos, asà que por favor no haga ese tipo de bromas incómodas.
La anciana Romero siguió mirando a su nieto, esperando la respuesta.
Pedro, con el rostro impasible, dijo: -He terminado los asuntos y he venido a ver si hay algo en lo que pueda ayudar por aquÃ.
Al oÃr esto, la abuela Romero tuvo ganas de golpearlo con su bastón. ¿Cómo puede ser tan ingenuo? ¡Tiene el camino despejado y aun asà no sabe aprovechar la oportunidad!> Realmente dudaba de que toda su inteligencia se hubiéra concentrado solo en los negocios.
Bella entendÃa las intenciones de la abuela, pero Pedro no querÃa seguirle el juego.
De todos modos, aunque él lo hubiera admitido, ella tampoco le habrÃa creÃdo.
Asà que Bella sonrió y cambió de tema: -Abuela, ¿por qué no miramos las fotos juntas? La abuela llamó a Pedro con sequedad: -Deja de estar ahà de pie, ven y siéntate.
Pedro obedeció y se sentó junto a la mesa cuadrada.
En ese momento, Bella sacó de la caja un soporte de cristal.
-Abuela, puede poner esto en su mesita de noche o en su tocador.
El soporte era del tamaño de una hoja A4 y tenÃa una bonita foto en solitade la abuela sonriendo con ternura. -Bella, ¿y por qué no has puesto una foto de los dos?-preguntó la abuela Romero.
Bella respondió: -Porque usted sale tan guapa, jes mejor tenerla sola! En el álbum hay muchas fotos nuestras, abuela, puede verlas cuando quiera.
En realidad, Bella habÃa pensado en poner una foto de los dos, pero dado que iba a divorciarse de Pedro, ya no era su nuera, asà que no le parecÃa apropiado.
Si alguien preguntara en el futuro, seria incómodo que la abuela tuviera que explicar que era la exnovia de su nieto.
Por eso Bella optó por la foto individual de la abuela.
La anciana se cuenta de lo que Bella estaba pensando.
Lamentaba la situación, pero al mismo tiempo, miraba a su nieto con mayor desaprobación.
-Bella, tengo un poco de sed, ¿podrÃas haceun té de ginseng? -pidió la abuela.
Bella supo que ella querÃa hablar a solas con Pedro, asà que asintió con prontitud.
Abuela, también voy a llevar el incienso a su habitación para que pueda descansar bien la +15 BONUS siesta.
-Muy bien, gracias Bella.
Bella dejó el álbum y, con el incienso, salió del salón de meditación.
La mirada de Pedro la siguió a lo lejos.
-¿Y ahora qué estás mirando? ¿Por qué no la miraste cuando entraste? -dijo la anciana Romero, enfadada.
-¿Y por qué no admitiste que estabas pensando en Bella? -Yo no estaba pensando en ella. -respondió Pedro.
-¡Mocoso insolente! -la anciana Romero no pudo contenerse y golpeó a su nieto con el baston. ¡En un momento asÃ, todavÃa sigues con esa actitud orgullosa! ¿No ves lo decidida que está Bella a divorciarse? El rostro de Pedro no mostraba mucha emoción. -Ella siempre ha sido decidida, tanto cuando querÃa casarse como ahora que quiere divorciarse.
-¿Eso significa que te sientes vÃctima? La abuela estaba realmente furiosa: -¡Bella te querÃa y te amaba tanto antes! ¿No puedes humillarte un poco para intentar retenerla?
Pedro respondió: -Abuela, tú misma has dicho que era antes cuando ella querÃa. Ahora que ya nome quiere y está decidida a irse, no tiene sentido que la retenga a la fuerza.
La anciana Romero volvió a golpearle дÑе, con el bastón, enfadada -¿Es que no sabes si realmente a quieres? Si la si realmente dejas ir asÃ, sin hacer nada, luego querrás recuperarla y será más difÃcil que escalar al cielo. X Today's Bonus Offer X