Chapter 6
Resistiendo al amor de Mi Ex-Marido
CapÃtulo 6 -La familia Romero no es tan pobre como para pedirte que dejes la casa sin dinero. respondió Pedro. Frente al escepticismo de Bella, Pedro agregó con frialdad-: Haré que Miguel redacte un nuevo acuerdo para darte una compensación.
-No es necesario-se negó Bella-, nocasé contigo por la riqueza de tu familia.
Además, a ella no le faltaba dinero. Sin mencionar el hecho de que su abuelo le habÃa dejado unas cuantas acciones que le permitirÃan ganar dinero por su propia cuenta.
Si ella habÃa insistido en casarse con él, era porque habÃa sido tan idiota como para perseguir el amor.
-Lo que quieras no tiene nada que ver conmigo -dijo Pedro con determinación-, pero, cont el fin de defender nuestro honor, tenemos que redactar el acuerdo de divorde nuevo según lo que acabo de decir.
Lo querÃa hacer asà porque tenÃa miedo de que un dÃa se rumoreara que él la habÃa echado de casa sin compensación alguna, lo cual significarÃa una gran vergüenza.
Bien, tú decides respondió Bella, al comprender su intención, Nos vemos mañana en el Registro Civil. Después de decir eso, Bella retrocedió, cerró la puerta de la habitación y se dispuso a continuar empaquetando sus cosas.
Detrás de la puerta, Pedro volvió a fruncir el ceño; no estaba seguro de que Bella lo hubiera llamado para hablar únicamente sobre el divorcio. Sin embargo, al terminar de hablar, ella habÃa cerrado la puerta, sin decir ni una palabra más. Antes, cuando él llegaba a casa, Bella era tan habladora como un gorrión, y no lo dejaba ni siquiera respirar en paz. Ella no solo le pedÃa que la acompañara a dar un paseo, sino que también le insistÃa que la acompañara a contemplar las flores. Aparte de eso, le gustaba encontrar todo tipo de excusas para merodear delante de él cuando estaba ocupado de asuntos importantes. Si ella hubiera podido ser siempre tranquila y sensata, él no se hubiera hartado de volver a casa.
Sin embargo, a pesar de lo que planeaba Bella en realidad, siempre y cuando ella de veras pudiera estar de acuerdo con el divoral dÃa siguiente, le ahorrarÃa un gran dolor de cabeza.
-Pedro, quiero ir a rendirle el culto al abuelo, ¡solo salgo por un dÃa! ¡Juro por mi vida que nunca arruinaré tu boda con Anna! Si nocrees, ¡puedo demostrarlo ahora! -¡Bella, sigues sin cambiar pada realmente! ¡Si quieres morir, haz como quieras, no dejaré que tengas otra oportunidad de herir a Anna! En ese momento se oyó una laceración. Delante de Pedro, que se mostraba indiferente y molesto, Bella se clavó el afilado cuchillo en el corazón. La sangre caliente fluÃa fuera de su cuerpo y, pronto, comenzarÃa a enfriarse... -¡Ah!-gritó Bella y se incorporó en la cama de un salto.
Mirando a su alrededor, tan extraño como familiar, respiró de alivio. HabÃan pasado unos dias +15 BONUS desde su renacimiento, pero seguÃa soñando con su vida anterior. La sensación de agonizante desesperación ante la muerte era demasiado sofocante. Pasara lo que pasara, ino querÃa revivir el pasado! Pensando en esto, Bella se levantó, se arregló un poco y se marchó hacia el Registro Civil.
Antes de las nueve, este organismo gubernamental todavÃa estaba cerrado y Pedro no habÃa llegado. Fuera del edifihabÃa muchos jóvenes esperando para casarse. Al ver su expresión de felicidad, Bella no pudo evitar recordar el momento en el que ella y Pedro habÃan obtenido sus certificados de matrimonio. En ese momento, ella también se habÃa sentido sumamente emocionada y habÃa llegado temprano por la mañana para hacer la cola. Aunque habÃa esperado hasta el mediodÃa, cuando Pedro llegó, apático, ella estaba muy feliz. Pensaba que a partir de ese momento entrarÃa en un matrimofeliz. Sin embargo, inesperadamente, aquel habÃa sido el comienzo de su trágica vida...
En su actual vida, Pedro estaba sentado en el coche y, con sus ojos oscuros, miraba hacia delante. No podÃa creer que Bella estuviera dispuesta a divorciarse de él. Después de todo, habÃa visto la creatividad de Bella para intentar conquistarlo.
Para evitar ser engañado, habÃa enviado a alguien a explorar los alrededores, asà como la situación en el edifidel Registro Civil. Además, habÃa ordenado que sus hombres. investigaran el paradero de Bella durante los últimos dÃas, Como resultado, sus hombres le informaron de que no habÃa anomalÃas en la sala ni en Bella. En ese momento, al percibir el autodesprey la amargura en el rostro de Bella, Pedro sintió un poco de incomodidad. Sin embargo, este sentimiento se desvaneció en un instante.
Lo que Pedro más odiaba en su vida era que alguien intentara controlarlo y amenazarlo, y Bella habÃan hecho ambas cosas. ¡Ella era la culpable del divorcio! En el Registro Civil habÃa llegado la hora del trabajo, por lo que Bella le envió un mensaje, antes de adentrarse en el edificon la cabeza baja.
< Al leer el mensaje, Pedro tomó el acuerdo de divorque habÃa impreso Miguel y bajó del coche.
-Señor Romero..
Bella acababa de sentarse cuando oyó que el personal saludaba a Pedro con cortesÃa. No creyó que acudiera tan rápido. Era impensable que Pedro, que habÃa tardado medÃa en llegar para realizar los trámites de matrimonio, fuera puntual y fiel en el asunto del divorcio.
Bella levantó la cabeza, confirmando que, efectivamente, Pedro estaba allÃ.
VestÃa una camisa de color púrpura oscuro estampada. Bajo lailuminación de la oficina, parecÃa NO envuelto en una fina capa de luz, como si fuera un noble Buda que estaba exento de vulgaridad. Aunque ahora. Bella no abrigaba ninguna esperanza en él, tenÃa que admitir que su aspecto era perfecto. Parte de la razón por la que ella se habÃa encaprichado con él en el pasado se debÃa también a su belleza.
-¿TodavÃa quieres contÃnuar mirándome?-le preguntó Pedro, frunciendo el ceño.
HabÃa creido que ella podrÃa dejar de mirarlo de aquella manera, pero aparentemente se habÃa +15 BONUS Bella no se sonrojó ni más explicaciones, sino que se limitó a decir: ¿Has traÃdo el acuerdo? Pásamelo para firmarlo.
Al escuchar sus palabras, Pedro volvió a fruncir el ceño y le lanzó el contrato de divorcio. Mientras el personal esperaba al otro lado de la ve puerta, Bella tomó el acuerdoy lel echo un pensión vistazo. En él se establecÃa que Pedro le darÃa varios millones de dólares dealimenticia. Aunque este monto de dinero no era ni una mÃnima fracción de la riqueza de Pedro, no estaba mal que le diera tanto dinero, ya que, de todos modos, él habÃa sido obligado a casarse con ella y la odiaba por completo.
Después del divorcio, mantén la boca cerrada, si armas un escándato, moculpes de ser implacable-le advirtió Pedro con frialdad. +15 BONUS CapÃtulo 7