Chapter Capítulo 148
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 148 Queenie le dio una palmadita en el hombro. âTessa, es realmente una pena que no puedas subir al escenario esta vez. No hay otra opción. El equipo no puede estar sin un asistente de concertino, asà que el Sr. Oswald me dejó ocupar este puesto. No quiero tomar tu lugar tampoco. Pero no lo pienses demasiado y no te desanimes. TodavÃa eres joven, asà que no es gran cosa para ti perder esta oportunidad. En el futuro, habrá más oportunidades para que te hagas famoso. No olvides que eres la persona más joven y talentosa de nuestra orquesta. Tienes que recuperarte de tus heridas. Será lo mismo cuando regreses después de que tus heridas hayan sanadoâ.
Después de que ella habló, las esquinas de sus ojos estaban ligeramente pellizcadas hacia arriba y miraba provocativamente a Tessa.
Queenie siempre le habÃa guardado rencor a Tessa. Ella siempre habÃa sido el foco del entrenamiento en la orquesta, pero desde que apareció Tessa, la atención de todos habÃa desaparecido.
Más tarde, incluso Trevor tuvo en alta estima a este recién llegado.
Después de que el concertino asistente anterior se fue, el equipo habÃa estado tratando de seleccionar uno nuevo. Tessa era unos años más joven que ella, por lo que, a juzgar por la antigüedad, no deberÃa tener problemas para ganar.
Sin embargo, nunca esperó que Trevor le diera el puesto de concertino asistente a una niña joven e inmadura.
Durante mucho tiempo habÃa contenido su ira por esta decisión, pero ya se habÃa decidido, y no ayudarÃa sin importar cuántos problemas causara, por lo que solo podÃa soportarlo.
Quién hubiera pensado que en este momento, Dios abrirÃa los ojos y permitirÃa que Tessa sufriera una lesión tan grave, lo que resultarÃa en que Queenie recuperara el puesto que le correspondÃa por derecho.
¿Cómo podrÃa Queenie no sentirse orgullosa?
Tessa forzó una sonrisa, sin molestarse en discutir con Queenie, sabiendo que solo buscaba problemas.
Sin embargo, Queenie obviamente no querÃa dejarla ir, asà que dijo: âPor cierto, escuché que tienes un patrocinador. Eso es bastante sorprendente. ¿Por qué no sigues adelante y vives una vida mimada? No tienes que sufrir asÃâ.
Trevor frunció el ceño cuando escuchó esto.
Se mordió la lengua cuando escuchó las primeras oraciones, pero ella habÃa ido demasiado lejos con sus siguientes comentarios.
Sintiéndose extremadamente disgustado, Trevor la reprendió. ¡Es suficiente, Queenie! ¿Eres tan libre que puedes mezclarte aquà y chatear? ¿No vas a ir a practicar?
Queenie gruñó con frialdad, luego miró a Tessa de soslayo antes de salir pavoneándose de la oficina de Trevor.
Tessa estaba perdida. TodavÃa podrÃa seguir luchando si no hubiera visto el atuendo, pero ahora, realmente ya no tenÃa ninguna posibilidad.
Trevor ya habÃa seleccionado a alguien que podrÃa reemplazarla y no habÃa espacio para otro asistente de concertino en el equipo.
Al ver la apariencia desolada de Tessa, Trevor suspiró suavemente. No te tomes sus palabras en serio. Eres responsable de tu futuro. No te detengas aquÃ. Tu futuro es prometedor.
âGracias, Sr. Oswaldâ.
Tessa asintió. âEntonces, regresaré ahoraâ.
Después de salir del edificio de oficinas, Tessa no pudo evitar soltar las lágrimas que habÃa estado conteniendo.
Caminó hasta el borde de la carretera y se sentó junto al muelle de piedra. Ya no tenÃa nada en mente; ella sólo querÃa tener un buen llanto.
Cuando Nicholas vio a Tessa caminando aturdida y sentada al borde de la carretera llorando sola, pensó que sabÃa cuál era el propósito y el resultado de su viaje.
Sus negociaciones con Trevor no deben haber terminado bien.
Sin embargo, él tampoco se acercó a ella. Simplemente se sentó en silencio en el auto y observó en silencio a la mujer.
En cuclillas a un lado del camino, Tessa lloró por un rato. Cuando sonó su teléfono y vio el identificador de llamadas, detuvo las lágrimas.
Levantó la cabeza y respiró hondo varias veces, luego se abanicó los ojos llorosos y se aclaró la garganta. Incluso trató de levantar las comisuras de su boca.
Después de que terminó con esta serie de acciones, presionó el botón de respuesta y preguntó con una leve sonrisa: â¿Tim? ¿Qué pasa?â
Timothy respondió: âNo pasa nada. Mis clases terminarán en un rato, asà que querÃa preguntarte qué te gustarÃa comer. Iré a comprar comestibles más tarde, luego volveré a cocinar para tiâ.