Chapter Capítulo 33
La mamá de mi hijo será mi mujer
Capitulo 33 En cuanto Timothy escuchó el nombre, sintió un malestar en la boca del estómago. Nunca olvidarÃa la crueldad con la que aquel hombre despiadado les habia abandonado a él y a su hermana sin preocuparse por su supervivencia. Timothy tampoco olvidaria nunca que su hermana desapareció durante todo un año para recaudar fondos para sus gastos médicos. En ese año, no tuvo a ningún ser querido cerca de él, y junto con su lesión en la pierna, casi perdió las ganas de vivir!
En ese momento, incluso apretó los dientes y fue a la Residencia Reinhart a pedir ayuda con desesperación. Lo único que querÃa era pedirles que le ayudaran a encontrar a su hermana.
Por desgracia, al final, lo habÃa maldecido e incluso lo habÃan expulsado. Por suerte, su hermana regresó un año después, pero eso no borró en absoluto el odio hacia su padre en su corazón. Odiaba demasiado a esa familia despiadada junto con el Grupo Reinhart.
-No voy a vender! -soltó con una mirada fria.
Henry se quedó atónito -¿No vas a vender? ¿Lo dices en serio, Timothy? ¡Son dos millones! ¡Nunca veremos tanto dinero en nuestras vidas como personas normales!
Timothy respiró profundo, reprimiendo a duras penas el odio que surgÃa en su corazón. La mitad del mérito del desarrollo de este software habÃa sido de Henry, asà que sabÃa que no podÃa rechazar la oferta con tanta decisión. AsÃ, se calmó y respondió:
â Hablo en serio! Henry, este es el producto de medio año de investigación por nuestra parte. ¿Quieren comprar nuestra experiencia técnica por sólo dos millones? ¿Crees que valemos tan poco? ¡El Grupo Reinhart nos está mirando por encima del hombro! Estoy pensando en 20 millones.
Cuando Henry lo oyó, sus ojos se abrieron de par en par y se quedó muy sorprendido.
-¿20 millones? ¿Cómo es posible?
-¿Por qué es imposible? âTimothy lo analizó con detenimiento-. Nuestro software es único en el mercado actual. Es novedoso y altamente comercializable. El Grupo Reinhart es una empresa de mierda que está a punto de quebrar y no tiene fondos para seguir operando. Si este software cae en sus manos, sólo fracasará. Esperar que tengan éxito es un disparate. Las raÃces de la empresa ya están podridas. Incluso si les das más nutrientes, no serán capaces de absorberlos. ¿Entiendes?
Al oÃr esto, Henry asintió solemne.
-Lo que has dicho tiene sentido, pero Timothy... ¿Por qué pareces conocer muy bien esta empresa?
Los ojos de Timothy eran oscuros. Por supuesto que lo sabÃa bien. Sin embargo, no quiso decirle a Henry la razón y en su lugar respondió con un tono tranquilo:
-No es nada. Sólo he hecho algunos deberes de antemano. Esperemos y veamos; ¡estoy seguro de que habrá mejores opciones!
-De acuerdo entonces, te escucharé.
Henry tenÃa mucha confianza en Timothy, asà que no dijo mucho más. Aunque Timothy era alguien con defectos fÃsicos, su mente era mucho más madura y tranquila que la de sus compañeros. Además, tenia un juicio claro y una buena capacidad de decisión. De hecho, el éxito del desarrollo del software se debÃa principalmente a él.
Pensando con cuidado en ello, Henry sintió que, en efecto, se habÃa cegado por los dos millones. Este software les habÃa costado innumerables horas de duro trabajo dÃa y noche. «2 millones no es suficiente...»
Claro que Tessa no sabia nada de todo esto. Por la mañana, después de asearse en casa, Gregory la habÃa llamado ansioso.
-Señorita bonita, ¿cuándo vas a venir? ¿Quieres que te recoja?
Cuando Tessa escuchó la linda voz del niño, su corazón se ablandó y rápido sonrió.
-Estaré allà pronto.
Cuando llegó a los Jardines de la DinastÃa, Nicholas ya se habÃa ido a la empresa y sólo estaba Gregory en casa con los criados.
-¡Señorita bonita!
Cuando Gregory vio a Tessa, se apresuró a acercarse con sus cortas piernas y le dio un gran abrazo.