Tomando a su hijo como respaldo Capítulo 376
Tomando a su hijo como respaldo (Ella y Vania)
CapÃtulo 376
Zola abrió de repente la puerta y pareció preocupada.
En ese momento, vio a Leopold sentado elegantemente en el sofá de clase alta de su salón verde mientras tomaba café.
ParecÃa estar muy tranquilo.
Zola hizo todo lo posible por calmarse. Luego preguntó: â¿Cuánto tiempo llevo durmiendo?â
Leopold dijo: âUn dÃa entero. Son las 10 de la noche ahora mismoâ.
Zola se sorprendió al darse cuenta de que habÃa dormido 12 horas.
â¿Por qué no me despertaste?â Zola le preguntó sorprendido.
Se habÃa olvidado de poner una alarma,
Siempre dormÃa mucho tiempo si no la molestaban desde que era pequeña.
Leopold respondió inmediatamente: âSiempre te molestas mucho cuando otros te despiertanâ.
âEso fue en el pasado, ¿de acuerdo? Ya no soy asÃ. Si me hubieras despertado hoy, habrÃa saltado de la cama de inmediatoâ. Zola replicó rápidamente.
Leopoldo sonrió.
Su sonrisa siempre habÃa sido refinada.
Ella nunca antes lo habÃa visto reÃr incontrolablemente.
Por eso a veces ella se preguntaba si él era realmente feliz o simplemente era educado.
Además, siempre parecÃa haber una pizca de tristeza en su sonrisa.
Era difÃcil definir a Leopold. Nunca reveló sus verdaderas emociones a los demás. Quizás solo le estaba haciendo esto a ella.
la próxima vezâ.
Ãl dijo: âEstá bien, te despertaréâ.
Allá
No habÃa próxima vez porque Zola nunca permitirÃa que volviera a suceder.
âPonte los zapatos. Te llevaré de regresoâ, dijo Leopold.
Zola se dio cuenta de que todavÃa estaba descalza.
Olvidó que no se habÃa puesto zapatos porque todavÃa estaba en shock.
Miró a Leopoldo. â¿Es asi?â
Leopold preguntó: âYa es muy tarde. ¿Quieres que trabaje horas extras?
Zola rápidamente negó con la cabeza.
Ella no se atreverÃa a pedirle que hiciera eso.
Como acababa de despertar, no podÃa pensar con claridad. Zola todavÃa no habÃa aceptado el hecho de que ya eran las 10 de la noche.
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CapÃtulo 376
Siempre sentÃa que su dÃa acababa de comenzar cada vez que se despertaba.
âPrimero ve y ponte los zapatosâ, recordó Leopold nuevamente.
Zola se dio la vuelta y entró en el salón. Luego se puso los zapatos y salió. En ese momento, ella preguntó: â¿Necesitas que te lave la ropa de cama?â
Leopold miró a Zola sin decir nada.
â¿No eres un fanático de la limpieza?â âPreguntó Zola.
Leopold respondió: âEstá bien, el personal se encargará de elloâ.
Zola no pensó demasiado en ello.
Ella pensó: âDe todos modos eres rico. Tienes gente que se encarga de las cosas por ti. Solo estaba siendo educado.
Salieron de la estación de televisión.
Casi no habÃa nadie en el edificio.
Zola todavÃa no recordaba cuándo se quedó dormida y por qué durmió tanto tiempo.
Se subió al coche de Leopold.
Al principio ella no querÃa hacer eso. Sin embargo, ella no tenÃa otras opciones.
Estaba acostumbrada a hacer lo que los demás le decÃan.
Se sentó con cautela dentro del auto y apoyó su cuerpo contra la puerta del auto. Intentó mantener la distancia entre ella y Leopold.
No se dijeron nada en todo el tiempo.
Zola sintió que el silencio la iba a asfixiar.
Finalmente llegaron a la residencia de Zola.
Zola abrió la puerta del coche y quiso salir del coche inmediatamente.
Leopold podÃa decir lo que estaba pensando y cuánto lo odiaba.
âZolaâ, la llamó Leopold.
Zola se dio la vuelta y rápidamente se inclinó para agradecerle. âGracias, señor Cavanaughâ.
âDejaste tus cosasâ, recordó Leopold.
â¿Qué cosas?â âPreguntó Zola.
TenÃa su teléfono y su bolso encima.
Este. Leopold le entregó una caja de avena para llevar.
Zola se sorprendió.
âEsto es para tiâ, dijo Leopold.
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CapÃtulo 376
Zola comprendió al instante
Por la mañana.
Por la mañana, sin querer, habÃa dicho que querÃa empacar el resto y llevarlo a casa.
Sin embargo, de todos modos era la comida de Leopold. Zola no pensó que necesitaba comprarle otra porción para compensarlo.
Zolad
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No querÃa perder el tiempo en este asunto. Ella dijo: âGracias, señor Cavanaugh. Por favor tenga cuidado en el camino de regresoâ.
Leopoldo se quedó sin palabras. Pensó: ¿Tienes que hablarme de esta manera?
Subió la ventanilla e indicó al conductor que se marchara.
Después de que Zola vio partir el coche de Leopold, exhaló un suspiro de alivio.
Por alguna razón, sintió que Leopold estaba un poco enojado justo
En este momento
Ella pensó: âNo puedo hacer nada al respecto si él estaba molesto. De todos modos, no tuvimos ninguna buena experiencia interactuando entre nosotros en el pasado. No me sorprenderÃa que alguna vez quisiera matarme.
Zola llevó avena y entró con cuidado a su casa.
No querÃa despertar a nadie en casa ya que ya era odio.
Inmediatamente después de que ella entró a la casa, alguien dijo: âZola, has vueltoâ.
En la sala sólo habÃa una lámpara encendida.
Zola se sorprendió porque no se dio cuenta de que habÃa alguien sentado en el sofá.
â¿Te asuste?â -Preguntó Cheryl Connor.
Zola dijo: âNo. ¿Por qué no estás dormido todavÃa? Ya es muy tarde. Te dije que no me esperaras. He estado muy ocupado últimamenteâ.
Cheryl siempre dormÃa temprano porque tenÃa que cuidar a Jasmine.
Su rutina diaria era básicamente la misma que la de Jasmine.
âSe acerca el cumpleaños de Jasmine. Ella quiere celebrar contigo. ¿Tienes tiempo ese dÃa? ¿DeberÃamos celebrarlo en casa o en otro lugar? -Preguntó Cheryl.
âJasmine tiene casi tres añosâ. Zola no pudo evitar suspirar.
El tiempo pasó rápidamente.
Cheryl dijo con cariño: âAsà es. TodavÃa no estoy acostumbrado a lo grande que es ahoraâ.
Cheryl querÃa reconciliarse con Zola y le dio todo lo que tenÃa a Jasmine.
âRegresaré lo más temprano posible ese dÃa. Saldremos a comer. âHaré una reservaâ, dijo Zola después de pensar por un momento.
Cheryl dijo: âMuy bien, mañana se lo diré a Jasmine. Definitivamente estará muy felizâ.
Zola asintió. âBueno.â
Cheryl dijo: âEntonces deberÃas darte prisa y descansar un poco. Me voy a acostar con Jasmineâ.
Zola dijo: âEstá bien. Buenas noches.â
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Cuando Cheryl se levantó, pensó en algo y dijo: âPor cierto, te dejé costillas asadas en el refrigerador. Jasmine dijo que te gusta, asà que te lo dejó a propósito. Si no has cenado, come un pocoâ.
Zola dijo: âEstá bienâ.
Cheryl se fue sin decir nada más.
Zola la miró mientras se marchaba.
Durante los últimos tres años, Chery se habÃa quedado con Zola y siempre se habÃa portado bien.
Zola no sabÃa cómo definir lo que sentÃa por ella.
Decidió dejar que las cosas siguieran como estaban en ese momento.
Zola sacó la avena envasada.
Como estaba en un termo, todavÃa hacÃa calor. Sacó las costillas asadas de la nevera y las calentó en el
microonda.
Se sentÃa avergonzada de tener comida a esta hora de la noche.
Sin embargo, no querÃa que Jasmine se sintiera decepcionada.
De repente, Zola se dio cuenta de que rara vez habÃa pasado tiempo con Jasmine después de que regresaron a Beliey.
Pensó. De hecho, sólo podrás concentrarte en tu carrera o en tu familia.
Cuando terminó de comer, lavó los platos. De camino a su habitación, no pudo evitar echar un vistazo a la habitación de Jasmine.
habitación.
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