Chapter CAPÍTULO 118
La Novia Equivocada Novela de Day Torres
CORAZONES ATADOS. CAPÃTULO 5. La decisión más difÃcil Maddi se quedó boquiabierta cuando el auto de lujo los dejó en el aeropuerto y vio aquel avión privado.
-¿Maddi? ¿Estás bien? -preguntó James viendo que se agarraba con ansiedad a su bolso.
-Bueno... es que yo no... yo nunca me he subido a un avión -murmuró ella..
-¿Te da miedo volar?
-Ultimamente me da miedo vivir, jimaginate volar! -replicó la muchacha y James se echó a 697 reir.
-No pasa nada, no tengas miedo le sonrió con amabilidad-. Además, ya casi es de noche, vas a estar durmiendo todo el vuelo.
-¿Tanto vamos a volar?-murmuró ella.
-Sip. ¡Muy lejos de aquÃ!
Se subieron a aquel avión y Maddi estaba como cachorro con pulgas en su asiento. James tomó su mano y se la apretó suavemente.
-Vas a estar bien, mÃrame, mÃrame...
James sonrió por la mueca tan linda que hacÃa mientras el avión despegaba, pero cuando estuvieron en el aire, la vio asomarse a la ventana con el asombro retratado en el rostro.
-¡Dios, esto es hermoso! -murmuró.
Pero la ansiedad de ese primer vuelo no se le quitó en ningún momento cercano. Finalmente él la llevó a la parte trasera del avión ejecutivo, donde habÃa una cómoda habitación con una caina.
La arropó con una manta mientras ella se acurrucaba, muerta de sueño, pero antes de que se fuera Maddi agarró su mano.
-James... ahora que lo pienso... no me estás llevando a venderme en un mercadillo de Bangladesh, ¿verdad? -susurró y James largó una carcajada.
-Imposible, porque si tú estuvieras a la venta, yo serÃa el primero en comprarte.
-¿En serio? -murmuró ella bostezando y cerrando los ojos.
-Por supuesto ipagarÃa este avión entero por ti!
-¡Wow! Valgo un avión con camita...
Maddi suspiró tranquila y se fue quedando dormida mientras James le acariciaba el cabello con suavidad.
âVales mucho más que eso, Maddi... solo que todavÃa no te das cuenta.
El vuelo se pasó para la muchacha literalmente en un abrir y cerrar de ojos, porque el embarazo la hacÃa tener un sueño terrible, y para cuando despertó ya habÃan pasado siete horas. -¿Hambre, princesa? -la saludó James cuando la vio salir de la habitación todavÃa envuelta en la manta.
Mas que ganas de vivir, pero todayfa estoy cansada, Ex normal convel vinbaraza respondió él.
Está bien si te mando a la friendzone y me acurruco contigo?preguntó ella.
EstarÃa muy bien, ven acá.
James abrió su brazo y lo pasó sobre los hombros de Maddi mientras ella se recostaba sobre su hombro. La última hora de vuelo pasó rápido y luego aterrizaron en una pequeña isla.
Mientras el auto avanzaba por un camino rodeado de vegetación, Maddi se veÃa sorprendida, pero cuando llegaron al borde de la playa, shuplemente no pudo moverse. El agua era de un azul tan claro y cristalino como jamás habla imaginado que podÃa existir de verdad.
âPensé que las fotos de internet estaban retocadasâmurmuró con los ojos llenos de lágrimas De verdad existe un mar asÃ...
James sonrió tomando su mano y caminaron despacio por el muelle. Sobre aquella playa cristalina de las Maldivas se levantaban siete bungalows conectados por enormes palapas techadas de guano.
â¿Aquà nos vamos a quedar?-murmuró Maddi cohibida.
-Si, bienvenida al mar más hermoso del mundo.
Maddi miró alrededor viendo que aquello estaba desierto.
-¿No tenemos que registrarnos o algo...?
-No, todo esto es para nosotros.
-¿Eh? ¡Pero parece el hotel completo! -se espantó ella.
-Es la reserva privada del Hotel Gili -rio James-. Tenemos bar, cine, librerÃa, spa, hamacas, alberca y hasta un tobogán.
¿Todo esto es para nosotros...? Pero... pero debe valer una fortuna -susurró Maddi.
-No te preocupes, yo tengo descuento de cliente frecuente, me lo dejan muy barato. -Maddi le torció los ojos y él negó-. No te voy a decir en cuánto porque me pegas... Pero en fin, vinimos a disfrutar, a relajarnos, y a tratar de olvidar las penas. Asà que tú vas a beber muchos traguitos vÃrgenes, yo voy a beber muchos traguilos... putos, y vamos a aprovechar la oportunidad.
¿Verdad?
â
Maddi asintió, porque estaba segura de que jamás en su vida volverÃa a tener otro momento. como aquel, y dejó que James le enseñara todo el enorme complejo que increÃblemente, solo tenÃa tres suites. Sobre la cama de la suya, Maddi encontró una maleta con ropa de playa, bikinis y todo lo que necesitaba una mujer para disfrutar del mar.
Poco después los dos estaban bebiéndose aquellos traguitos con los pies metidos en el agua. Cuando llegó la tarde ya no podÃan dormir, asà que salieron a dar un paseo bordeando la costa, contemplando la impresionante belleza de sus aguas cristalinas y sus playas de arena blanca.
James, ¿puedo preguntarte algo? ¿De verdad no vas a arreglarte con tu ex?
Ãl suspiró y dejó sallr el aire con cansancio.
Sabrina es modelo. Stempre decÃa que tener un bebé arruinarÃa su carrera, ella es mayor que te pear tree whot, az e enjte traté de entenderla, pero igual yo siempre he querido un bebé Nos casamos con la promesa de que alguna vez Engcoulk James.com sinceridad gouf James con sinceridad Tettrianos un hijo..
Pernella creia que erruinaria su cuerpoâcomprendió Maddi Jattes se metió las manos en los bolsillos y negé, â Tienes que entender algo, en mi familia las miferes no se sientan a esperar a que un hombre las mantenga replicó Janies Mi madre dirige una compañÃa de exportaciones gigantesca, and hermana mayor dirige la división americana del grupo KHC, y Naiah, la más pequeña, com dieciocho ya está a punto de graduarse en la universidad. Mi madre tuvo hijos, mi hermana tiene hijas... y las dos son mujeres exitosas, pero cada vez que intentaba explicarle eso a Sabrina, me decÃa que con el embarazo se calan los pechos y las nalgas y que ellas no dependian de su cuerpo para triunfar.
No, en eso tenÃa razón ârio Maddi levantando un dedo- Ellas dependen de su cerebro, ¡ que por cierto es una parte del cuerpo que no se cael James se mordió los labios para aguantar la risa.
-Si ¿verdad?
Claro que es verdad!
Bueno, el caso es que cuando llegó el resultado de los análisis y supe que no puedo tener hijos, entonces le propuse adoptar.
Crei que en cierta forma eto resolvÃa el problema porque no se iba a arruinar su figura pero resulta que tampoco querÃa eso! -
exclamó James como si fuera algo evidente que solo él no hubiera notado.
-Es entendible, un bebé le hubiera arruinado las extensiones, las uñas largas y el glamour posiblemente también las pestañas replicó ellaâ¿Te imaginas qué se harÃa tu ex si se viera con unas manos como las mÃas? âMaddi se miró las manos y negó.
Después de seis años de lavar platos, servir mesas, trapear, limpiarâDefinitivamente ya no son bonitas. â James las tomó acariciando sus callitos y Maddi rio- ¡Diablos! ¡Hasta tú tienes manos más suavecitas que yo!
Tú tienes las manos más lindas del mundoâaseguró él besando sus nudillos. Son mil veces mejores que las de alguien que jamás ha hecho nada. ¡Y ahora vamos a pasear porque or iero enseñarte un montón de cosas!
james sourió mientras enlazaba los dedos con los suyos y caminaban lentamente por la orilla de la playa. Los siguientes tres dÃas fueron un escape de la realidad. Hablaron durante horas de todo, desde su infancia hasta sus sueños para el futuro.
La ultima tarde, mientras velan el atardecer desde una de las terrazas, James se volvió hacia Maddi con una sonrisa en la cara.
Te sientes mejor? le pregunté.
Tanto que si pudiera aterrizar en cualquier otro lugar del mundo que no fuera Londres, serÃa perfect respondió ella âPero no pardes escapar le recordó él.
1, to e la solución, pero cuando regresemos mañana tendré que tomar una decisión y odaâmarató Maddi
47 James entendia, no era una decisión fácil de tomar. Ella sabia que James seria un padre increide, pero no estaba segura de poder entregarle a su bebé ni a él ni a nadie, simplemente porque no sabla si serÃa capaz de, llegado el momento, dejarlo ir.
El regreso a Londres fue silencioso y reflexivo para los dos, ya habÃa pasado una semana y Maddi sabÃa que no podia seguir esperando, porque si finalmente decidÃa no tenerlo, solo le quedaba otra semana de tiempo para que le hicieran el procedimiento menos riesgoso.
Y esa semana pasó, tétrica y dolorosa para ella aunque James se empeñaba en hacérselo llevadero.
De su tarjeta la Universidad habÃa descontado el pago de la última mensualidad de colegiatura de Martin, porque el infeliz ni siquiera habÃa pagado y ella habia olvidado dar de baja su cuenta; asà que cuando llegó el fatÃdico dÃa, Maddi estaba por desgracia más deprimida que nunca.
Lo siento, James... pero de verdad no puedo hacerlo murmuró mientras las lágrimas caÃan. por sus mejillas. De verdad no sabrÃa cómo enfrentar el mundo con un bebé... pero menos sabrÃa enfrentarme a mà misma si lo tengo y luego le regalo yo no puedo... de verdad que no, lo siento mucho...
James sentÃa el corazón encogido, pero no podÃa culparla, después de todo él también sentiria. que le arrancaban el alma si alguien le quitara a un hijo suyo.
Está bien, no te preocupesâmurmuró abrazándola, Buscaremos la mejor clÃnica especializada para que hagas esto, no quiero que te pase nada.
Lo siento mucho, de verdad lo siento! -sollozó ella, ocultando el rostro en su pecho y mojándole el suéter con sus lágrimas-, ¡Lo siento!
Tranquila, Maddi. Ya, cálmate. Todo va a salir bien, vas a estar bien. Te lo prometo murmuró James, pero por desgracia sabÃa muy bien que si Maddi perdÃa a aquel bebé, ninguno de los dos estarÃa bien en mucho tiempo.