Capítulo 45
Emparejada
Capitulo 45
(Punto de vista de James)
Repeti las palabras del Alfa Brett una y otra vez en mi cabeza, intentando averiguar a que se referÃa y por qué iba a poner fin de repente a dos tratados importantes. Lo único que parecia encajar era que el Alfa Brett se habÃa enterado. de lo que habÃa pasado entre Lily y yo en el funeral de Stephanieâ¦. pero, ¿
realmente serÃa eso suficiente para darle la espalda a uno de los mayores aliados de su manada?
â¿Cuánto tiempo vas a estar ahà sentado mirándome?â, preguntó bruscamente el Dr. Hyder. âTengo otras cosas que hacerâ.
HabÃan pasado diez minutos desde que el Alfa Brett nos dejó solos. Después de que se fue, habÃa tomado asiento en una silla de invitados frente al Dr. Hyder y luego inmediatamente me encontré perdido en mis propios pensamientos.
â¿Lily está bien?â, pregunté al fin. El Dr. Hyder parecÃa un poco desconcertado. Dada la gravedad del anuncio de Alfa Brett, incluso a mà me sorprendió que fuera lo primero que preguntara.
âSiguiente preguntaâ.
Fruncà las cejas. âPero no has respondido a mi primera preguntaâ¦â.
âNo recuerdo haber aceptado responder a ninguna de tus preguntasâ.
Suspiré. â¿Sabes dónde está Lily?â.
âSiguiente preguntaâ.
â¿Has hablado con ella?â.
âSiguiente preguntaâ.
â¿Vas a contestar alguna de mis preguntas?â.
âLo dudoâ.
â¿Por qué no?â.
âMe divierto mucho más siendo un e*brón y viendo cómo reaccionasâ, respondió el Dr. Hyder con suficiencia.
Suspire y me cubrà la cara con las manos. Intenté recordar por qué habÃa pensado que venir aquà era una buena idea. Hasta ahora, no ha sido más que un gran desastre.
âSi terminaste de hacerme preguntas que ya le dije a tu padre que no responderÃa, responderé a las preguntas que
que deberÃas estar haciéndome per no me hacesâ.
Me quité las manos de la cara y lo miré con curiosidad.
âLos conozco a ti y a tus padres desde hace mucho tiempo. Siempre he sabido que estaban lejos de ser perfectos, pero estaba dispuesto a pasar por alto sus defectos.
Ahora, ya no lo estoy. Ya no creo que los errores de tus padres sean errores de juicio puntuales. La forma en que dirigen sus vidas y la Manada de la Montaña Occidental ha permitido que el mal eche raÃces. Eso es culpa de ellos.
Con respecto a ti⦠aún no lo he decidido.
Maltrataste horriblemente a Lily y en mi opinión has perdido el derecho a decir su nombre, y mucho menos a volver a verla. Al mismo tiempo, reconozco que has sido manipulado durante toda tu vida sin saberlo nunca. Por eso, puedo darte un poco de gracia.
Esa gracia termina hoy. Ahora eres un hombre adulto. Puede que pronto asumas el liderazgo de toda una manada. Las vidas de más de 10,000 lobos dependerán de ti. No puedes seguir el ejemplo de tus padres de esconder la cabeza en la arena. Hay demasiados problemas en tu manada como para permitirte ese lujo.
Necesitas sacar tu cabeza de tu c*lo y empezar a ver el bosque por los árboles. Si no quieres o no puedes darte cuenta de hasta qué punto las personas que te rodean han estado manipulando las cosas y ponerle fin, tendrás que quitarte de en medio y dejar que otra persona dirija.
Digo todo esto como advertencia, no como sugerencia. Estoy totalmente dispuesto a acudir al consejo de hombres lobo si es necesario, y te prometo que si doy ese paso, un par de tratados con mi sobrino serán la menor de tus
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preocupacionce
El Dr. Hyder tenia una seriedad sombra en su tono. No me cabia duda de que hablaba en serio, pero seguÃa desconcertado, Mis padres y yo nos peleamos a menudo, pero mi padre me parecÃa un alta bastante decente en general.
â¿Cuáles son los problemas a los que te refieres?â.
âSiguiente preguntaâ.
â¿Quién me ha estado manipulando?â.
âSiguiente preguntaâ.
Me levanté enfadado. â¿En serio? ¿Vas a volver a jugar a este juego?â.
El Dr. Hyder se levantó y me devolvió la mirada.
âYo no juego, James.
Cuando te conviertes en lÃder, tienes la responsabilidad de pensar en las necesidades de tu manada por encima de las tuyas, igual que cuando tienes hijos.
Tengo mi propia manada y mi propia familia de la que preocuparme. No necesito añadir tu drama a mi lista de responsabilidades.
Escúchame con atención esta vez, porque sólo diré esto una vez.
Te estoy dando la oportunidad de probar que puedes ser el lÃder que la Diosa de la Luna te puso en posición de ser.
Si no puedes averiguar por ti mismo en quién puedes confiar y en quién no, no mereces ser alfa. Del mismo modo, si no puedes averiguar por ti mismo cómo proteger a los miembros más vulnerables de tu manada del abuso y el maltrato, eres un fracaso. Y punto. Fin de la discusiónâ.
Me froté las sienes. Me estába empezando a doler la cabeza.
â¿Y Lily?â, pregunté.
â¿Qué pasa con Lily?â, se burló de mÃ.
â¿Dónde encaja ella en todo esto?â.
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âYa cerraste ese capitulo de tu vida, Jainesâ.
Solo dine dónde estálâ, grité, perdiendo la paciencia y los estribos. Sabla que gritarle al Dr. Hyder era una estupidez, pero ¿qué tenia que perder en este momento?
â¡No me has dado ni una sola razón para que te diga nada!â, me gruñó. âNo te has preocupado por ella en los últimos seis años. Has hecho todo lo posible por destruirla. ¿Por qué deberÃa creer que te importa ahora?â.
â¡Ella es mi pareja!â.
âCorrección, ella era tu pareja. Te aseguraste de ocuparte de ese pequeño. problema. No mereces a esa chica y en algún lugar, muy, muy, muy en el fondo creo que lo sabes. Por eso te sientes inquieto y por eso no puedes dejarla irâ.
Sentà que me hervÃa la sangre.
âNO SABES CÃMO ME SIENTO. ¡ELLA ES LA QUE NO ME MERECE! ¡ES DÃBIL! ¡ES UNA DESALMADA! ¡SU EGOÃSMO Y ESTUPIDEZ ME COSTARON LA VIDA DE MI PRIMERA PAREJA!
¡¡¡Ella no me importa, y nunca me ha importado, y nunca me importará!!!â.
âY sin embargo estás aquÃâ, me espetó el Dr. Hyder.
Se levantó. âYa hemos terminado. Si paso un minuto más en esta habitación contigo, me temo que te mataré o me reservaré un boleto para el próximo vuelo a la sede del consejo de hombres loboâ.
Gruñà de frustración, pero sabÃa que no podÃa hacer ni decir nada más.
Entonces, de espaldas a mà y con la mano en el pomo de la puerta, el Dr. Hyder dijo dos cosas más.
âHazte un par de favores. Pregúntale a tu madre por Tyler. Y tal vez, sólo tal vez, piensa en celebrar el cumpleaños de Lilyâ.
Con eso, el Dr. Hyder salió de la habitación y el guardia de RÃo Rojo entró para
escoltarme fuera.
Poco sabÃa en ese momento las enormes bombas que el Dr. Hyder acababa de
dejar caer en mi.
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