Chapter 225
Resistiendo al amor de Mi Ex-Marido
CapÃtulo225 Miguel soltó un gran suspiro de aliy le entregó las llaves del coche a Pedro como si le estuviera pasando una patata caliente, y salió corriendo.
Bella no pudo evitar preguntarle a Pedro: -¿Qué le has dicho al asistente Martin? ¿Por qué parece quetiene pânico como un ratón a un gato? Normalmente estaba al lado de Pedro, pero hoy ni siquiera lo habÃa visto.
Al oÃr esto, Pedro frunció el ceño con disgusto. -Yo no soy él, ¿cómo voy a saber? Si quieres ir a la farmacia, vamos.
Bella se quedó sin palabras.
No creia que no lo supiera.
Encontraron el coche, y nada más sentarse Bella y abrocharse el cinturón, vieron a Anna en el aparcamiento, con una expresión débil.
Anna también los vio.
-Director Romero, señora Romero.-los saludó con la cabeza, apoyándose como si le costara.
-¿A dónde ibas?-preguntó Pedro.
Anna respondió con voz ronca: Creo que la herida de mi frente se ha infectado,duele mucho, peroolvidé de traer el medicamento, iba a comprar algo rápido.
Pedro le dijo: Justo Ãbamos a salir, mándel tipo de medicamento que necesitas, te lo traeremos.
Anna negó con la cabeza a pesar del dolor: -No quiero quitarles tiempo, puedo ir yo.
Al ver el aspecto lamentable y aguantando el dolor de Anna, Bella resopló: -Veo que la situación de la señorita GarcÃa es grave, mejor la llevas directamente al hospital, yo pediré un coche.
Diciendo esto, Bella se desabrochó el cinturón.
Pedro le sujetó el brazo: -No hagas escándalo.
Anna se apresuró a disculparse: -Señora Romero, no se enfade, yo...
-¡Deja de fingir! Le espetó Bella a Anna: Si no quieres causaproblemas, ¿por qué casualmente apareces. donde quiera que estemos? Los ojos de Anna se llenaron de lágrimas, y murmuró un "lo siento" antes de dirigirse a su coche y cerrar con Ilave.
Pedro miró a Bella y le dijo: -Abróchate el cinturón.
Luego hizo avanzar el coche unos metros y lo detuvo delante del de Anna: -Mándel tipo. de medicamento al móvil, sube y descansa, volvemos enseguida.
Anna, como si no pudiera más con el dolor, respondió: -Muchas gracias, director Romero.
+15 BONUS Pedro no dijo nada más y pisó el acelerador.
Bella sentÃa que su idea inicial era un poco ridÃcula, ¿por qué no deberÃa odiar a Pedro? Solo porque esta vez no se habÃa enemistado con Anna, de lo contrario, él tampoco la habrÃa perdonado.
Al llegar a la farmacia, Bella no se ocupó de Pedro y bajó del coche por sà misma.
Una vez dentro, eligió algunas pastillas digestivas y medicamentos estomacales, por si Fiona no los tenÃa preparados, también compró un spray para eliminar moretones y mejorar la circulación.
Después de recoger los medicamentos, Bella los llevó al mostrador de caja, Pedro también pidió a la dependienta que le preparara los suyos.
-Pagaré yo todo. -Bella se dispuso a pagar, pero Pedro habló.
-No es necesario, nofalta este dinero.
Bella dijo eso y pagó ella misma.
Pedro sabÃa que Bella siempre reaccionaba de manera manera disgustada cuando se trataba de Anna, asà que no dijo nada. Después de comprar los medicamentos, Pedro dijo: ¿No tienes que ir al centro comercial a elegir algunas cosas?
HabÃa unos pasteles muy famosos por aquÃ, eran de granos enteros y muy apropiados para el estómago de los ancianos. Bella querÃa comprar algunos para llevar a los abuelos.
Si no te apresuras a llevar los
Pero ahora, no tenÃa ganas por la molestia de Anna, medicamentos, ¿y si la señorita Garcia se desmaya de dolor? Pedro la miró fijamente. -Bella, los celos también tienen un momento y una medida adecuados.
-¡Qué celos ni qué mierda! ¿Estás loco? ¡Bella se fue enojada! -Bip, un coche que pasaba a toda velocidad sonó fuertemente el claxon.
Bella se echó para atrás asustada, y Pedro la agarró justo a tiempo, jella se lanzó a los brazos de Pedro! X