Capítulo 250
Resistiendo al amor de Mi Ex-Marido
CapÃtulo250 Bella se levantó de la cama, se aseó a toda prisa, se puso un abrigo y salió de la habitación sin maquillaje.
El abuelo y el Eya estaban preparados y esperándola.
Los ancianos se habian levantado temprano. El abuelo le habÃa dicho que durmiera más, que ellos bajarÃan solos, pero ella insistió en acompañarlos.
El comedor buffet del hotel estaba situado en la primera planta, al otro lado del vestÃbulo.
Apenas eran las siete de la mañana y, aparte de algunos empleados de servicio, habÃa muy pocos huéspedes.
Bella iba cogida del brazo de su abuelo, charlando con él en voz baja, cuando de pronto el abuelo señaló hacia delante: -¿No es acaso Pedro? Bella siguió la dirección que indicaba el abuelo y, efectivamente, en uno de los largos sofás del vestÃbulo donde los huéspedes descansan, estaba tendido Pedro.
VestÃa camisa y pantalón, y salvo la chaqueta del traje que cubrÃa la parte superior de su cuerpo, no llevaba nada más encima.
A pesar de la desaliñada apariencia, seguÃa transmitiendo esa aura de joven aristocrata.
Bella habÃa pensado que Pedro se habÃa marchado airado la noche anterior y se habia hospedado en otro hotel, pero no imaginaba que estarÃa allà tirado en el vestÃbulo.
-Pero, abuelo, ¿cómo va a ser Pedro? Te equivocas. Vamos mejor a desayunar.
Bella intentó llevarse al abuelo al comedor, pero él le un suave toque en la frente: -¿Crees que mis ojos ya no ven bien? Claro que es Pedro.
Bella torció el gesto y le dijo a tÃo Eque fuera al comedor, mientras ella acompañaba al abuelo hacia donde estaba Pedro.
-Pedro, ¿cuándo llegaste? ¿Por qué estás durmiendo aqu� Al oir la voz del abuelo, Pedro abrió los ojos.
Sus pupilas, estaban ahora inyectadas en sangre.
Se notaba que no habÃa descansado bien.
Pedro se incorporó y dijo: -Abuelo, llegué de madrugada, el hotel estaba completo yquedé aquà a descansar un rato.
Su voz, normalmente tan atiplada, sonaba ahora ronca, adormilada.
-¿Cómo que a descansar aqu� ¿Por qué no fuiste a lá habitación de Bella? -dijo el abuelo con pesar.
Pedro miró a Bella: -Ya era muy tarde, no querÃa despertarla.
Bella resopló interiormente, al menos habÃa tenido la decencia de no delatarlo delante del abuelo.
1/2 0 +15 BONUS Alberto, desde luego, habÃa notado el conflicto entre ellos.
-Aunque tuvieras miedo de molestarla, no puedes quedarte a pasar la noche en el vestÃbulo le dijo. Bella, lleva a Pedro arriba para que pueda descansar bien..
Bella sacó la tarjeta de mala gana: -Sube tú solo.
-Tú....
-No pasa nada, abuelo. Los dejo, voy a adelantarme.
Pedro cogió la tarjeta, recogió su equipaje en recepción y subió en el ascensor a la planta.
-Bella, ¿fue tú quien echó a Pedro esta madrugada? -preguntó Alberto con conocimiento de causa.
Bella volvió a fruncir los labios, dando a entender que asà era.
-No puede ser que no sepas que Pedro vino expresamentepreocupado portil-dijo Alberto -¿Y aun asà lo despidió sin el más mÃnimo agradecimiento? Bella se sinceró entonces: -Por eso crees que realmente nogusta Pedro y que el divorno fue un arrebato.
Desde que salió de casa, Bella ni una sola vez habÃa mencionado a Pedro ni tampoco le habÃa llamado para informarle de sus pasos. Fue el proPedro quien anoche se puso en contacto con ella a través de un video saludarla.
Alberto negó con la cabeza. -Tú, querida, estás resentida con Pedro en tu interior.
¿Resentida? Bella intentó negarlo, pero su abuelo le indicó: -Vamos, vamos a desayunar.
para
Tras el desayuno, el tÃo Eacompañó al abuelo a hacer sum a paseo matinal por el jardÃn del hotel, mientras Bella se retiró a su habitación. +15 BONUS CapÃtulo251